El engranaje de las empresas culturales en Guadalajara, creadas y dirigidas hasta su muerte, en abril pasado, por Raúl Padilla López, ha comenzado a aceitarse. Aunque el propio rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, aseguró —una semana después del deceso del promotor cultural—, que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no tendrá un nuevo presidente hasta 2025, uno de los puestos que presidía Padilla y que está muy ligado a la FIL, fue ocupado esta semana.
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Se trata de la presidencia de la Asociación civil del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, que desde el pasado martes ocupa Héctor Raúl Solís Gadea, vicerrector Ejecutivo de la UDG, a propuesta del rector Villanueva. Justo Solís Gadea encabezó la ceremonia donde se anunció el galardón para la poeta Coral Bracho y donde también estuvo José Trinidad Padilla López, exrector y hermano de Raúl, y quien se mantiene cerca de la administración. Las cosas empiezan a moverse y nos cuentan que en no todos los casos las decisiones serán tan aterciopeladas porque al interior de las empresas culturales, incluida la propia FIL de Guadalajara, hay luchas internas en la gestión, operación, administración y programación.
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