Fue Claudia…, órale, qué sorpresa. Y para estar a tono con estos días de grandes revelaciones, vamos a hablar ahora sobre lo que puede ser el plan de cultura de la formal lideresa general del Comité Central del Partido, candidata a la presidencia de la república popular de Morena y, de paso, aspirante a la Presidencia de México. Ya hay pistas.
A mediados de agosto, Sheinbaum se reunió con creadores, artistas y gestores culturales de quienes oyó propuestas de políticas públicas. La exposición estaba organizada a la vieja usanza: con representantes gremiales del cine, literatura, intérpretes, etcétera, todos con la idea de impulsar y mejorar el sector cultural. Para evitar ser multada por realizar un acto anticipado de campaña, Sheinbaum evitó hacer propuestas o formular promesas, pero dijo al menos varias frases muy elocuentes: “En algunas cosas que han mencionado estoy de acuerdo, en otras no estoy de acuerdo”, y (la más importante) “apoyo a la comunidad cultural, pero no de la otra manera en donde no consideremos los derechos del pueblo de México y sólo veamos un sector”.
Después de cinco años en los que ya sabemos de qué va la Cuarta Transformación en todos los aspectos, ya debería estar claro lo que Sheinbaum quiso decir sobre su proyecto cultural: el sector cultural definido como el conjunto de industrias culturales o creativas de las que viven miles de profesionales vinculados a las industrias como la editorial, cinematográfica, discográfica, el arte, el diseño, etc., no son su prioridad. No está de acuerdo con lo que considera privilegios de sector. Apoyarlos con becas, estímulos fiscales, créditos a proyectos, impulso en el mercado internacional, etc., era la “otra manera” que no se volverá a hacer. Así que, sector cultural, a rascarse con sus propias uñas neoliberales.
En cambio, Sheinbaum hizo el autoelogio de haber impulsado durante su gobierno en la Ciudad de México la cultura comunitaria con la creación de los Pilares y la continuidad de los Faros, e invitó a los concurrentes a consolidar lo que llamó “el segundo piso de la cuarta transformación” con el derecho a la cultura para todos los mexicanos. “Ahí la comunidad cultural tiene todo que aportar”, invitó la candidata.
Ahora conectemos esta reunión con el Foro nacional “Arte y Cultura para profundizar la Cuarta Transformación”, realizado algunos días después, encabezado (ah caray, otra grandísima sorpresa) por los camaradas Paco Ignacio Taibo II y Paloma Sáiz, en el que artistas, gestores culturales y otros “agentes culturales” morenistas comenzaron a preparar la mezcla, el concreto y las varillas para el segundo piso cultural de la 4T, con propuestas variopintas
Antonio Martínez Velázquez, secretario de Cultura de Tlaxcala, fue el encargado de formular la propuesta estrella de la jornada: desaparecer la Secretaría de Cultura federal para apoyar la cultura ya no “de la otra manera”, como diría Claudia Sheinbaum.
La Secretaría de Cultura estorba, es un aparato burocrático que consume presupuesto que urgirá para los nuevos proyectos prioritarios de la 4T, y no permite que los nuevos "agentes culturales" (cocineras, músicos, danzantes tradicionales, etc.) reciban sin mayor trámite recursos asistenciales coopta votos en nombre del bienestar cultural, cortesía de la Presidencia.
¿Qué sabe Sheinbaum de Cultura? Seguramente muy poco. De los acuerdos y rivalidades entre los morenistas culturales cercanos a Palacio, los apoltronados en la administración de Frausto y el grupo de confianza de Sheinbaum durante su gobierno en la capital, tendremos el proyecto cultural de la continuación de la 4T, corregido y aumentado, que ella hará suyo. Que la Coatlicue nos proteja.
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