Después de que el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y la secretaria de Cultura de Guerrero, Aída Martínez Rebolledo, informaran la semana pasada que el Centro Cultural Acapulco tendría en sus interiores instalaciones de la Guardia Nacional (GN), la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, expresó ayer que la vocación de este recinto es cultural, por lo que se buscará reubicar a los elementos de la Guardia Nacional en otro lado. Martínez Rebolledo expresó en medios locales que lo que se construirá es “un módulo de información turística”, operado por la Guardia Nacional. La noticia fue descalificada por la comunidad cultural, que acusó a la Secretaría de Cultura de Guerrero de ceder el espacio sin mucho reparo. Algunos artistas nos contaron que el Centro Cultural Acapulco está en el ojo de huracán, debido a que es del interés de algunos sectores del gobierno por su ubicación y tamaño. Aunque Alejandra Frausto ya se pronunció en contra de que la Guardia Nacional tome el sitio, no sabemos si los elementos que hoy están en el espacio vayan a dejar el Centro en los siguientes días. Seguiremos informando del caso.
Conahcyt se olvida de los investigadores
Conahcyt sigue arrastrando pendientes de la convocatoria para el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), que se cerró en el verano de 2023. Ante el prematuro lanzamiento de la plataforma Rizoma, los graves errores en la página —como la inexistencia del botón “enviar” para mandar la aplicación—, más la falta de capacitación apropiada y atención a los investigadores que tenían problemas, varios se quedaron fuera del SNII. Por eso, tras insistir con vehemencia, Conahcyt concedió a un grupo de afectados abrir de forma extemporánea la plataforma de Rizoma el pasado 24 de noviembre y reenviar sus documentos para así tener oportunidad de integrarse o mantenerse como miembros del SNII. Sin embargo, hasta la fecha los investigadores siguen sin tener respuesta del Consejo sobre si fueron admitidos o no. Ante la tardanza, algunos investigadores perdieron oportunidades laborales e incluso corren el riesgo de perder sus trabajos, denuncian.
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