Hace unos días, durante el lanzamiento de la serie radiofónica “Pasión por la historia. Las otras revoluciones”, narrada por Paco Ignacio Taibo II con apoyo del historiador Pedro Salmerón, el sociólogo Armando Bartra y el escritor Óscar dé Pablo, el director del Fondo de Cultura Económica se quejó de la relación “muy podrida” que tienen con los medios de comunicación, “un problema”, lo llamó, que es parte de la “revisión crítica y autocrítica” en proceso. Señaló que los medios “se dedican a insultarnos una vez al mes y nosotros a devolver los insultos”, ante lo cual sentenció: “necesitamos una alimentación crítica que no estamos obteniendo”. Ese examen crítico, parece tiene como contexto, el plan que está terminando de articular y presentará a “Claudia” —dijo— en una próxima segunda reunión que tendrán antes de diciembre. Ahí definirá qué podrá hacer y qué no en los próximos seis años que seguirá al frente del Fondo: “ella va dirigir el país, yo solamente voy a dirigir el Fondo”. Tiene toda la boca llena de razón.

Otra vez la Katzarava...

Hace poco la cantante María Katzarava, quien está al frente de la Compañía Nacional de Ópera, presumió en sus redes sociales su debut como la princesa Turandot en el Teatro de la Maestranza en España. Aunque de las cinco funciones que habrá del clásico de Puccini, la soprano, al parecer, sólo estará el día 14 de septiembre, lo verdaderamente grave es que, nos cuentan, esto le ha servido como el pretexto perfecto para desaparecer las últimas semanas en el cargo. Mucho se especula sobre cómo Katzarava consiguió este rol suplente, pero esa es otra historia. Encontrar el equilibrio entre la función pública y el arte no es sencillo y en una de esas la Katzarava se nos cae de la cuerda floja, dejando un par de daños colaterales a su paso. (Escríbanos a )