Los sombrerazos y reclamos no han parado desde que, la semana pasada, se informara de la ratificación de Diego Prieto como director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). A través de varias cartas dirigidas a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, los sindicatos de Restauradores, de Arquitectos, de Investigadores y Docentes, de Trabajadores, Técnicos y Manuales y el Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura han manifestado su rechazo a la permanencia de Prieto al frente de la institución. Destaca el caso del Sindicato de Restauradores, que señaló en su escrito la precariedad en la que Prieto mantiene al Instituto, donde el diálogo y la bilateralidad cada día son más ausentes, y donde le piden que deje de ser “un soldado obediente”. El Sindicato de Investigadores señaló que las escuelas del INAH cada día están más raquíticas, y que la investigación dejó de ser prioridad para la dirección. Nos cuentan que sólo un sindicato apoya la ratificación de Prieto, el de Trabajadores de la Secretaría de Cultura. Sin embargo, la mayoría de la comunidad del INAH ha expresado que la gestión de Prieto lastimó de forma importante al Instituto. El caso, nos adelantan, llegará hasta arriba, ya que se prepara una reunión entre los sindicatos y la secretaria Claudia Curiel de Icaza. Seguiremos pendientes.
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