¿Sabías que el primer plástico se inventó gracias a una oferta de una firma en Estados Unidos que ofrecía alrededor de 10,000 dólares a quien pudiera sustituir el marfil de las pelotas del billar?
Así fue como en 1869 John Wesley Hyatt descubrió el plástico, un material que podía elaborarse en una variedad de formas e imitar sustancias naturales.
Este descubrimiento, fue revolucionario, rompiendo con los límites de la naturaleza, permitiendo la creación de nuevos materiales y proteger al mundo natural de las necesidades humanas, que se suministraban de cuerno, lino, carey y marfil.
Leíste bien, proteger. Por años, se invirtió en la investigación y desarrollo de nuevos plásticos, aún sin conocer sus posibles usos. Fue durante la Segunda Guerra Mundial que tan solo la producción de plásticos en Estados Unidos aumentó en un 300%, y a partir de la década de 1960 (casi 100 años después de su creación) se empezaron a dar cuenta de los problemas ambientales, observando los primeros desechos plásticos en el océano.
Los plásticos se han vuelto parte esencial de nuestras vidas y de nuestro bienestar. Por más de 50 años, los plásticos han cambiado la manera en la que vivimos, es un material ligero, barato, con un sinfín de usos, y de grandes beneficios.
Estos nos han llevado a consumirlo y desecharlo en exceso sin alcanzar que perdure más tiempo en circulación, sin un buen manejo y disposición final. Lo cual ha causado el problema que enfrentamos hoy, encontrarlo en todos lados, inclusive en nuestros cuerpos como microplásticos.
El plástico puede permanecer para siempre en el medio ambiente. Tan sólo en la Ciudad de México se producen 12,404 toneladas de residuos al día, de las cuáles el 20% son residuos plásticos.
A pesar de los esfuerzos de los diferentes actores como el sector privado, gobierno, academia y sociedad civil para abordar la crisis por contaminación por plásticos, persisten las brechas para alcanzar una circularidad en toda su cadena de valor.
La Plataforma de Acción por los Plásticos de la Ciudad de México (PAP-CDMX) parte de una iniciativa global del Foro Económico Mundial que busca una acción coordinada entre las organizaciones para traducir los compromisos de reducir la contaminación plástica en acciones significativas y transitar a una economía circular e inclusiva.
Sin embargo, para alcanzar este objetivo, es importante comunicar el mensaje de la problemática y las posibles soluciones. Con este fin, en el marco del PAP-CDMX lanzamos una campaña de concientización llamada “Ojo al Plástico”, que busca promover el conocimiento con la ciudadanía en torno a las R’s de la economía circular como rechazar, reducir, reusar, reparar, rediseñar, e impulsar un cambio de consciencia y un llamado a la acción.
Como ciudadanos, también jugamos un papel importante con nuestras acciones del día a día y para nosotros desde el PAP-CDMX queremos conocer desde tu perspectiva, cómo ves la problemática de contaminación por plásticos de un solo uso y qué soluciones propones que promuevan cambios positivos. Esta es una gran oportunidad para conectar con los demás y comunicar un mensaje. Favor de nuestro planeta.