Por Estrella Navarro, miembro de la Comunidad 1.5 grados

Cuando era niña, me maravillaba con las películas del Capitán Cousteau. Él describía al Golfo de California como “el acuario del mundo”. Y, en verdad, lo era. Tuve el privilegio de ver su majestuosidad y, con el tiempo, su decadencia. Mi rincón favorito siempre fue Espíritu Santo, un archipiélago al norte de La Paz. Era como una maqueta viviente de esa prosperidad: tiburones martillo, mantas gigantes, tiburones tigre y puntas negras nadaban libres. Los pargos y cabrillas de más de metro y medio se deslizaban entre los arrecifes rocosos, mientras los cardúmenes de peces formaban ríos caudalosos de vida y color. Desafortunadamente, ya no queda nada de eso.

En otoño de 2023, el profesor Octavio Aburto me invitó a unirme a la exploración histórica: "25 aniversario de monitoreo por el Golfo de California". Recorrimos bajo el mar casi todas sus islas. Quién iba a pensar que mi emoción inicial se convertiría en una amarga decepción a lo largo del viaje. "El Golfo de California ya no es el acuario del mundo", pensé mientras realizábamos inmersión tras inmersión, 2160 en total, junto con un equipo de 18 científicos y videógrafos. Durante 30 días, nos sumergimos en las aguas, cuatro veces al día, para descubrir un triste espectáculo: el mar casi vacío, apenas un pulpo, ni un solo tiburón—especie clave para la salud de los ecosistemas marinos—y pocos peces, muchos de ellos pequeños o medianos. Los arrecifes, antes vibrantes, ahora yacen desprovistos de vida. Solo Cabo Pulmo, un Parque Nacional verdaderamente protegido, conserva su esplendor.

En busca de explicaciones, algunos apuntan al turismo, al tráfico de embarcaciones o a la cercanía de la ciudad de La Paz, situada a casi 30 kilómetros de distancia. Pero, si ese fuera el caso, ¿por qué las islas más al norte, lejos de las lanchas turísticas y sin ciudades cercanas, están en un estado aún peor que Espíritu Santo? Otros culpan al cambio climático, pero si eso fuera así, ¿por qué Cabo Pulmo, a solo 140 kilómetros de distancia, tiene arrecifes saludables y peces grandes en abundancia? La respuesta radica en que en Cabo Pulmo la pesca está prohibida, y los lugareños, que antes eran de los más pobres, ahora son de los más prósperos al haberse restaurado la vida marina y cambiar de giro hacia el turismo.

El Golfo de California ha sido depredado por la pesca, de día y de noche, sin descanso, durante décadas. Espíritu Santo, a pesar de ser un Parque Nacional, no ha sido la excepción. La pesca comercial con trampas, redes y chinchorros lo ha saqueado. Y aunque el Parque Nacional debería servir para recuperar especies y la biodiversidad, la realidad es que desde 2007 no ha cumplido con su función. Se permite la pesca con redes que atrapan incluso a tortugas y lobos marinos, quienes mueren lentamente al enredarse sus cuellos. Chinchorros que no discriminan y capturan especies protegidas como las móbulas. Y, para colmo, en 2018 se permitió el uso de trampas que acabaron hasta con los peces más pequeños.

Desde 2005, México no ha cumplido con su labor de proteger adecuadamente este Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO. Las áreas naturales protegidas con zonas núcleo pequeñas y usos mixtos, como Espíritu Santo, han fallado rotundamente en todo el mundo. Sin embargo, hemos aprendido qué sí funciona: grandes áreas protegidas como la zona marina del Archipiélago de Revillagigedo, o áreas más pequeñas pero verdaderamente protegidas, con zonas continuas que prohíben la pesca, como Cabo Pulmo. Estas reservas marinas exitosas se llenan de vida y exportan peces y larvas a otras zonas, garantizando la prevalencia del ecoturismo y la mejora de la pesca en sus alrededores.

Actualmente, solo el 1.4% del Parque Nacional Zona Marina del Archipiélago Espíritu Santo (PNZMAES) está verdaderamente protegido. Este año, se está revisando su Programa de Manejo, y es nuestra oportunidad, la de CONANP y de México, de dar continuidad a lo que sí es efectivo, de hacer también bien las cosas en Espíritu Santo.

La primera cooperativa en México dedicada exclusivamente al turismo, COBATMAR, ha sido formada con el objetivo de tener una voz política para defender las economías basadas en la no extracción y promover la recuperación de la vida marina. La sociedad, en conjunto con la academia, solicitó la creación de un perímetro de protección real, de no extracción alrededor de Espíritu Santo, de 1 km a un mínimo de 500 m desde la línea de costa hacia el mar. Entregamos la petición personalmente al Comisionado de CONANP, Mtro. Humberto Adán Peña Fuentes, quien escuchó atentamente nuestra propuesta. También solicitamos a SEMARNAT, a la Mtra. Maria Luisa Albores González, a SEMAR, al Almirante José Rafael Ojeda Durán y SECTUR, al Lic. Miguel Torruco Marqués, formular una política pública interinstitucional que favorezca la reconversión de pescadores hacia capitanes de turismo. Ya hay pescadores de Espíritu Santo que desean dar el paso hacia el turismo Particularmente, la Secretaría de Marina ha mostrado gran interés en apoyar el desarrollo del bienestar para las comunidades y la recuperación de la vida en el mar.

Reconocidos científicos en ciencias marinas de diversas instituciones académicas, principalmente ubicadas en la ciudad de La Paz, aseguran que en siete años los arrecifes de Espíritu Santo podrían volver a tener grandes peces en abundancia. ¿Lograremos un segundo caso de éxito en el Golfo de California? ¿Forjaremos la esperanza de que vuelva a ser el acuario del mundo, proporcionando prosperidad a México al cumplir finalmente su función de Parque Nacional? ¿Lograremos que Isla Espíritu Santo sea un verdadero Patrimonio de la Humanidad y no solo en el papel?


Biol. Marina miembro de la Comunidad 1.5 grados

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