Casi una mitad de nuestro país presenta un clima seco, donde la excesiva explotación de las aguas subterráneas ha afectado tanto el volumen, como la calidad de las reservas de agua. Se trata de un desequilibrio conocido como sobreexplotación, que tuvo su origen durante el siglo XX y debido a que las necesidades de agua continúan en aumento, se ha agravado. Las siguientes décadas verán la recuperación del equilibrio, en parte por un agotamiento que reducirá la magnitud del aprovechamiento; en contraparte, mediante acciones estratégicas, como son: disminución del desperdicio, recuperación de fugas, erradicación de actividades de alto consumo, reúso, recarga artificial de acuíferos y en casos extremos, la “importación” desde fuentes distantes.
Comité del Agua del CICM
La Región Lagunera en Coahuila y Durango , durante el último siglo ha dependido tanto del agua de los ríos Nazas y Aguanaval, como del aprovechamiento intensivo y la sobreexplotación de sus acuíferos, entre los que destaca el Acuífero llamado "Principal", que a la fecha ya ha perdido más del 42% de su reserva de agua aprovechable, de la cual, fue drenada más del 60% de la reserva apta para uso público. Los niveles de bombeo, que rondaban los 20 metros de profundidad a principios del siglo XX, han superado los 300 metros en algunas zonas. La mitad de los pozos existentes podría agotarse en menos de 40 años.
La Región se distingue a nivel mundial, como uno de los sitios característicos que presenta HACRE (Hidro Arsenicismo Crónico Endémico). Desde los años cincuenta, se confirmó la presencia de altas concentraciones de arsénico en algunos pozos, situación que se ha agravado hasta volverse extensiva para la mayoría de los pozos de agua potable. Estudios científicos internacionales y nacionales, han confirmado afectaciones en la salud de habitantes expuestos a la ingesta de agua con exceso de arsénico. Esta situación, se trató de resolver mediante filtros a pie de pozo e intradomiciliarios, para la remoción de arsénico; sin embargo, la disminución del caudal y el incremento en la concentración de arsénico, continúan agravándose. Esta disminución de oferta de agua en cantidad y calidad pone en riesgo el suministro de agua para 1.5 millones de habitantes.
La zona donde se ubican los pozos de agua potable, conocida como “La Burbuja” , presenta la mejor calidad al agua debido a la presencia del Río Nazas como principal recarga natural del acuífero; sin embargo, las concentraciones de arsénico han aumentado notablemente en los últimos años, menos del 10% de los pozos cumplen con las recomendaciones internacionales.
El agua subterránea en las zonas donde se encuentran los pozos de agua potable, ya no es ni suficiente, ni de buena calidad, para servir una creciente demanda, que presenta un déficit crónico, que se agrava durante los meses más secos del año y más aún durante las sequías.
El agua de mejor calidad y aptitud para suministro de agua potable se encuentra en el Río Nazas y no en los acuíferos. Aprovechar agua superficial del Río Nazas, no requiere únicamente de un proyecto, sino de un nuevo proceso para cambiar las políticas públicas para el manejo del agua en la región.
Fue así, que en el año 2008 se iniciaron los estudios y proyectos para aprovechar agua del Río Nazas; trabajos que han ocupado ya a tres administraciones federales. Estudios y proyectos que se desarrollaron ininterrumpidamente con el respaldo de la federación, de los estados y de los municipios. El proyecto de aprovechamiento del Río Nazas, ha prevalecido así, como un proyecto de la sociedad y no únicamente de sus representantes políticos.
Para el Proyecto Agua Saludable para la Laguna, el gobierno federal dispone de una aportación 100% de recursos públicos para el financiamiento del proyecto. Complementariamente, organizaciones agropecuarias, mediante una determinación para ser parte de la solución a los problemas hídricos de la Región, han ofrecido un donativo de derechos de agua, que han permitido disponer de un volumen inicial para impulsar el nacimiento de esta obra, para la cual se trabaja con la gestión de derechos para disponer volúmenes adicionales.
El proyecto fue concebido mediante un arreglo modular, que le permitirá operar con caudales desde 634 l/s, hasta 6340 l/s. El caudal máximo, permitirá en su caso, el alcance a la totalidad de la población servida en los 9 municipios. Se consideran también inversiones para incrementar la eficiencia en el uso del agua en la agricultura y en las 380 localidades que aprovecharán el agua para uso público.
Las obras consisten en: una presa derivadora, una planta de bombeo, dos acueductos a presión, una planta potabilizadora, dos acueductos que conducirán el agua por gravedad hasta tanques de regulación, para proseguir con la distribución del agua mediante ramales para entregarla en puntos estratégicos.
Entre los principales beneficios, destacan: la disminución de riesgo de hidroarsenicismo crónico endémico, un menor consumo de energía eléctrica para el bombeo del agua potable, una disminución del aprovechamiento de agua subterránea para uso público, estabilización del costo del agua potable bajo un aprovechamiento de fuentes con mayor equilibrio y por último, un beneficio al Cañón de Fernández sobre el Río Nazas.
La población total beneficiada será de 1.9 millones de habitantes, hasta el año 2054.
Es así, que, a través de un esfuerzo conjunto de todos los habitantes de la Región Lagunera, y con el respaldo de los Gobiernos Estatales de Durango, Coahuila y de la Federación, se dará este paso, que pondrá al alcance de la población, agua de mejor calidad para consumo humano, en condiciones de mayor eficiencia, menor consumo de energía y todo esto, como parte de un programa integral y de largo plazo, para la recuperación del equilibrio hídrico regional.
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