Una metrópoli, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, está definida como “una unidad económica, social y territorial con un crecimiento urbano que sobrepasa los límites geográficos de las entidades federativas. Dependen entre sí, por las actividades cotidianas que la población realiza en su interior”.
Coordinador del Comité de Desarrollo Urbano y Turismo
En nuestro planeta existe gran cantidad de metrópolis, las cuales incorporan otras urbes aledañas y crean Zonas Metropolitanas, mismas que podemos ubicarlas como “el conjunto de dos o más municipios donde se localiza una ciudad de cincuenta mil o más habitantes, cuya área urbana, funciones y actividades rebasan el límite del municipio”. Las cinco principales zonas se encuentran en Tokio-Japón, Delhi-India, Shanghai-China, Sao Paulo-Brasil y la Ciudad de México.
México cuenta con un aproximado de 74 zonas metropolitanas a lo largo de toda su extensión territorial. Destacan nueve de ellas: Valle de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla-Tlaxcala, Toluca, Tijuana, León, Juárez y La Laguna.
Una zona metropolitana representa infinidad de retos, debido a la gran cantidad de personas que habitan en ella. Estos desafíos provienen desde el momento en que las ciudades comenzaron a centralizarse en el siglo pasado.
Es de considerar que las zonas metropolitanas ofrecen mayor cantidad de oportunidades laborales, escolares y de servicios básicos, de entretenimiento, recreativos o conectividad. En la actualidad es cada vez más común escuchar sobre problemas debido a la falta de agua en las viviendas, tiempo invertido en los traslados -tanto en auto como en transporte público-, así como afectaciones debido a la contaminación generada por las industrias y los habitantes.
La concentración en las grandes ciudades propicia alteraciones en la calidad de vida y comportamiento de las personas. Por ejemplo, en la mayoría de la población se produce estrés o cansancio.
En la actualidad el 62.82% de los mexicanos se encuentra residiendo en alguna zona metropolitana de nuestro país. En el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), nos unimos en cada uno de los diferentes comités técnicos, para debatir y compartir opiniones al respecto.
Uno de los objetivos fue realizar, promover, proponer y asesorar a diferentes instituciones gubernamentales y privadas, en la correcta planeación y organización de las ciudades, así como orientarlas en la generación de políticas públicas. Por ejemplo, buscamos intervenir de manera positiva en los Programas de Desarrollo Urbano; la Estrategia Nacional de Ordenamiento Territorial; el Plan General de Desarrollo y el Programa General de Ordenamiento Territorial. Lo anterior con la finalidad de buscar el bienestar de la población y promover una mejor calidad de vida para los habitantes de las urbes.
Con base al anterior contexto, observamos y solicitamos respetuosamente a la SEDATU, CONAPO e INEGI, reflexionar acerca de los parámetros que consideran para declarar a un espacio físico como “Zona Metropolitana”, en virtud de que varias de las ya estimadas, son conurbaciones con población conjunta de cien mil habitantes o menos.
Todos necesitamos contar con una visión, en la que es indispensable la participación de la población para la búsqueda de una solución a las tantas adversidades con las que cuentan las ciudades. Todos y todas debemos
aportar los conocimientos de los expertos en diferentes áreas: ingenieros, arquitectos, urbanistas, abogados, médicos, entre otros profesionales, con un sentido social, razonable y ético, salvaguardando la vida, así como las actividades de los asentamientos urbanos.
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