La instrumentación y monitoreo existen desde hace ya varios años, aunque anteriormente las mediciones eran mecánicas, presenciales y costosas.

Como en muchos de los avances tecnológicos, la “transformación digital” o “cuarta revolución industrial”, lo que ha hecho es utilizar la instrumentación que ya existía de manera mecánica y la ha vuelto digital, y con el uso de las comunicaciones disponibles en cualquier sitio, las lecturas tomadas por los dispositivos digitales, podamos tener mediciones en tiempo real con costos más asequibles.

Distintos tipos de industrias han ido adoptando tecnologías y la digitalización desde hace tiempo -incluida la industria de la construcción, aunque en mucho menor grado-, ya que han identificado que pueden dar mantenimiento preventivo a su maquinaria en vez de correctivo, evitar accidentes y la interrupción en sus operaciones, que normalmente son los costos más elevados y por lo tanto obtener un mayor rendimiento en sus procesos, lo cual paga por si solo el uso de estos instrumentos. Incluso si hablamos de la industria de la medicina, llegamos más lejos, ya que antes debíamos hospitalizarnos para ciertos estudios y ahora podemos usar un aparato como el Holter para medir y grabar nuestra actividad cardiaca en la vida diaria (e inclusive podría ser en tiempo real) y se la entreguemos al médico para su análisis y un mejor dictamen de nuestro estado de salud; o los aparatos para medir el azúcar en tiempo real con una aplicación y que tomemos acciones preventivas directamente nosotros, como tomar algún medicamento en el caso de la glucosa. Lo anterior además de brindar un ahorro económico, también salva vidas.

En la industria de la construcción nos hemos encontrado con una serie de dificultades para instrumentar y monitorear la infraestructura existente o por construir. Una de las dificultades es que la velocidad de la transformación digital es muy vertiginosa y ha rebasado a la actualización de la normatividad, lo cual hace difícil la contratación, y por lo tanto, el instrumentar de manera digital a largo plazo un camino, los taludes del mismo, túneles, un edificio, una tubería para saber si hay pérdidas de presión, e inclusive las presas, que tal vez son las obras de infraestructura más instrumentadas hoy en día.

Pero volviendo a la pregunta ¿por qué no instrumentamos y monitoreamos más la infraestructura en tiempo real?, haremos un símil con los seguros de gastos médicos mayores. ¿Por qué ahí si tomamos un seguro de gastos médicos si no tendrá un retorno de inversión? La respuesta es sencilla, no es algo que compremos con la idea de utilizarlo. Nadie compra un seguro porque se quiere enfermar. De la misma manera, nadie instrumentaría una estructura porque quiere que tenga algún problema en su comportamiento. En ambos casos, el motivo de tomar un seguro o de instrumentar la infraestructura será para un control de riesgos, ya que la instrumentación y monitoreo nos pueden indicar cuándo podría haber un problema y revisar preventivamente la carretera en donde un talud pudiera fallar, evitando el cierre de la misma o algún accidente.

Queda claro que en la infraestructura también existen los seguros y habrá quien diga que ya se tiene acotado dicho riesgo. Volvamos a hacer el símil con el seguro de gastos médicos mayores. Normalmente las aseguradoras no dan ciertas coberturas hasta pasado un determinado periodo o en su defecto nos solicitan realizar ciertos estudios con lo cual miden su riesgo. De la misma manera las estructuras están sujetas a eventos como son sismos, huracanes, temperatura (entre otros) que pueden afectar el desempeño de las mismas y por lo tanto el riesgo es mayor. Pero ¿qué pasa si demostramos el comportamiento de la estructura ante dichos eventos? Su riesgo tenderá a reducirse hasta cierto punto (naturalmente después de que hayan ocurrido dichos eventos).

Como mencionamos antes, la instrumentación y monitoreo al final del día son algo que nos ayudan a medir y controlar los riesgos inherentes a cualquier estructura y que si lo sumamos al uso del internet de las cosas (IoT), los datos servirán para ser procesados en plataformas digitales para predecir resultados. Si logramos transmitir a la industria de los seguros, las ventajas de tener unas mediciones que les ayude a saber si el comportamiento teórico de la misma es compatible con la realidad, y que ellos midan sus riesgos reales, podríamos eventualmente conseguir una reducción en la prima del seguro, lo cual sería una ventaja adicional a las antes descritas.

Para finalizar, hay que aclarar que no estamos diciendo que nada está instrumentado en México. Tampoco decimos que todo deba quedar instrumentado. Únicamente nos referimos a la infraestructura que por su valor en términos absolutos o por su valor estratégico, la interrupción o la falta prevención del daño pudiera ser muy significativa.

Lo que decimos es que las dificultades legales y en ocasiones la visión del costo de dicha instrumentación y monitoreo desde el punto de vista del dueño final, no han permitido identificar a la instrumentación como una gran área de oportunidad.

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