El Modelo de Sustentabilidad, definido por la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, a través del trabajo denominado Nuestro Futuro Común también conocido como el Reporte Brundtland, en 1987, por Gro Harlem Brundtland, Primera Ministra de Noruega, establece formalmente el concepto de desarrollo sustentable, como aquel desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer a las futuras generaciones.
Los problemas de tipo ambiental más críticos son el resultado de una enorme pobreza y de los patrones no sustentables de producción y consumo.
¿Qué está pasando? Agotamiento de los recursos naturales como: agua limpia, aire, vegetación, tierra, entre otros, además de la desestabilización de ciclos naturales y ecosistemas.
La relevancia del tema, anima a pasar del problema a la oportunidad, a través de las tendencias de diseño, materiales y métodos constructivos, así como las prácticas culturales y procesos de ocupación del suelo, que representan uno de los principales factores de presión sobre los recursos naturales y la calidad ambiental global, regional y local.
La Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea y América del Norte, han trabajado la edificación sostenible, la cual se ha posicionado como un área de oportunidad para transitar hacia una economía verde que incide en múltiples dimensiones: enfrentar el cambio climático, detonar prácticas de producción y consumo sustentable, empleos verdes, etc.
Lo anterior se ve reflejado en el costo beneficio de la reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI) asociada a diferentes medidas, como son los costos de inversión para lograr ahorros en el aislamiento, iluminación, aire acondicionado calefacción-ventilación, dando como resultado el reducirlos, que se compensan con la disminución en los costos de energía. Como ejemplo tenemos: sustituir focos incandescentes por lámparas ahorradoras o focos LED, o diseñar envolventes de las edificaciones, considerando la bioclimática.
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, convocó a que la reunión en la COP 26, del año pasado, celebrada en Glasgow Escocia, fuera una Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, como parte de la Década de Acción, para la búsqueda de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de aquí al 2030. La Cumbre puso en marcha nuevas medidas para avanzar en el cumplimiento de los ODS, que dependen de sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos; entiéndase por sistema alimentario, a las actividades relacionadas con la producción, el procesamiento, el transporte y el consumo de alimentos.
El cambio climático, presenta desafíos para la sustentabilidad urbana, ya que se perfila como el problema ambiental global más relevante de nuestro siglo, en función de sus impactos previsibles sobre los recursos hídricos, los ecosistemas, la biodiversidad, los procesos productivos, la infraestructura y la salud.
El cambio climático influye en los determinantes sociales y medioambientales de la salud: aire limpio, agua potable, alimentos suficientes y vivienda segura.
Las zonas con malas infraestructuras sanitarias serán las menos capacitadas para prepararse ante esos cambios y responder a ellos.
La agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, establece medidas que se necesitan urgentemente para reconducir al mundo por el camino de la sostenibilidad y la resiliencia.
Los 17 objetivos y 169 metas son de carácter integrado e indivisible, de alcance mundial conjugan las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, social y ambiental, de forma equilibrada e integrada. Algunos de los objetivos y metas trasversales, más significativas, son:
Objetivo 2: Poner fin al hambre
En vista de los efectos de la pandemia sobre el sector agroalimentario, se necesitan medidas urgentes para garantizar que las cadenas de suministro alimentario se mantengan en funcionamiento con el fin de mitigar el riesgo que puedan afectar de manera considerable a todo el mundo.
Para abordar estos riesgos, la Organización para la Alimentación y la Agricultura insta a los países a satisfacer las necesidades alimentarias inmediatas de sus poblaciones vulnerables, mantener en funcionamiento de las cadenas de suministro y apoyar la capacidad de los pequeños productores para aumentar la producción de alimentos.
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades es esencial para el desarrollo sostenible.
Actualmente, el mundo enfrenta a una crisis sanitaria mundial sin precedentes, la Covid-19 y ahora su variante Ómicron, que está aumentando, desestabilizando la economía mundial y cambiando drásticamente las vidas de las personas en todo el mundo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señaló las grandes diferencias de las capacidades de los países para lidiar con la crisis de la Covid-19 y recuperarse de ella. La pandemia constituye un punto de inflexión en lo referente a la preparación para las emergencias sanitarias y la inversión en servicios públicos vitales.
Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación
La industrialización inclusiva y sostenible, junto con la innovación y la infraestructura, pueden apoyar a las fuerzas económicas dinámicas y competitivas que generan el empleo y los ingresos. Estas desempeñan un papel clave a la hora de introducir y promover nuevas tecnologías, facilitar el comercio internacional y permitir el uso eficiente de los recursos.
La innovación y el progreso tecnológico son claves para descubrir soluciones duraderas para los desafíos económicos y medioambientales, como el aumento de la eficiencia energética y de recursos.
En términos de infraestructura de comunicaciones, más de la mitad de la población mundial está ahora conectada y casi toda la población global vive en un área con cobertura de red móvil.
Objetivo 11: Ciudades y comunidades sostenibles
Más de la mitad de la población mundial vive hoy en zonas urbanas. En 2050, esa cifra habrá aumentado a dos tercios de la humanidad. No es posible lograr un desarrollo sostenible sin transformar radicalmente la forma en que construimos y administramos los espacios urbanos.
Mejorar la seguridad y la sostenibilidad de las ciudades implica garantizar el acceso a viviendas seguras y el mejoramiento de los asentamientos. También incluye realizar inversiones en transporte público, mejorar la planificación y gestión urbana.
Metas transversales
11.b Aumentar considerablemente el número de ciudades y asentamientos humanos que adoptan e implementan políticas y planes integrados para promover la inclusión, el uso eficiente de los recursos, la mitigación del cambio climático y la adaptación a él y la resiliencia ante los desastres, y desarrollar y poner en práctica, la gestión integral de los riesgos de desastre a todos los niveles, en consonancia con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030.
11.c Proporcionar apoyo a los países menos adelantados, incluso mediante asistencia financiera y técnica, para que puedan construir edificios sostenibles y resilientes utilizando materiales locales.
Las principales organizaciones certificadoras de la Sustentabilidad a nivel mundial, buscan apoyar los ODS y sus metas, como son BREEAM del Reino Unido, HQE de Francia, GREEN STAR de Australia, DGNB de Alemania, EDGE del Banco Mundial, LEED, LIVING BUILDING CHALLENGE y WELL BUILDING ESTÁNDAR de USA. De lo anterior se destaca la certificación CASBEE de Japón, que es un sistema de certificación de diseño, construcción y operación de edificios verdes, que evalúa: Q (quality / calidad) las mejoras para el usuario dentro del espacio interior y L (loadings / cargas), los impactos negativos del edificio sobre el espacio exterior.
Los retos y oportunidades de las certificaciones, estándares y normas internacionales son buenas referencias para la industria de la construcción en México, pero en muchos casos no son aplicables y en ocasiones se convierten en adaptaciones caras y poco prácticas.
Hay que trabajar en hacer nuestras propias normas y estándares nacionales, ya que son nuestras referencias técnicas, para dar elementos legales a nuestros reglamentos y leyes.
Los Desafíos que enfrentamos son el cambio climático, el calentamiento del planeta, los virus infectocontagiosos futuros que superen al Covid-19, la economía futura, en la búsqueda del empleo de la economía circular, el aumento poblacional para concientizar a los gobiernos de la necesidad de tener instalaciones de salud de mejor calidad.
La infraestructura de las ciudades sustentables / sostenibles, darán como resultado las sinergias entre el sector ambiental y de salud, apoyadas en las mejores prácticas, posibilitando avanzar hacia la consolidación de un nuevo modelo de salud sensible a los retos de la sostenibilidad de las ciudades frente al cambio climático.