Dr. Juan Carlos Tejeda González
Coordinador del Comité de Medio Ambiente y Sustentabilidad del CICM
La ingeniería civil se ha destacado como profesión por ser, entre un universo bastante amplio, la que permite entregar múltiples servicios a la sociedad, desde bienestar, seguridad, desarrollo económico y social, así como otros elementos del día a día en la sociedad: agua, energía, transporte, vivienda, etc. Sin embargo, todo esto no viene sin algún tipo de costo, y no nos referimos solamente al costo económico, que es indudable que se tiene, sino al ambiental: un costo que no siempre se incluye en el precio del desarrollo de la infraestructura o su operación, pero que todos nosotros, usuarios o no del proyecto, pagamos.
Al referirnos al costo ambiental, nos referimos al costo integral del cualquier proyecto de infraestructura: al costo económico, por supuesto; pero también a los costos social, ecológico, cultural, político, de salud o legal-institucional, inherente a cualquier proyecto. La ingeniería civil tiene un papel fundamental en la consecución del desarrollo sostenible, ya que como se ha venido señalando por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, ésta es pilar del desarrollo de cualquier país. Sin embargo, no debemos olvidar nuestra relación con nuestro entorno, y es por ello por lo que, para alcanzar el desarrollo de una infraestructura sostenible, es necesario tener en cuenta las siguientes cuatro leyes de la ecología, de Barry Commoner:
1. Todo está relacionado con todo lo demás; cualquier desarrollo de infraestructura tiene vinculación con el entorno, en algunos casos de manera positiva, en otros de manera negativa. Para alcanzar la sostenibilidad es necesario identificar y potencializar los efectos positivos de la infraestructura, así como identificar, prevenir, mitigar o compensar sus efectos negativos.
2. Todo debe ir a alguna parte; cualquier desarrollo de infraestructura genera residuos, su inadecuado manejo puede que desaparezca el problema en el sitio de la infraestructura, pero creer que depositar los residuos en un terreno baldío o en un arroyo no tendrá efectos en el entorno, es similar a creer que la basura de la casa desaparecerá al colocarla debajo de un tapete. Los efectos del desarrollo de infraestructura no son aislados y sus efectos se sentirán en alguna parte.
3. La naturaleza es la más sabia; muchos de los diseños de infraestructura han sido tomados de la naturaleza, y con el tiempo creímos que podíamos hacer mejor las cosas; sin embargo, actualmente estamos volviendo a reconocer la sabiduría de la naturaleza, tratando de fomentar los diseños de infraestructura basados en la naturaleza, o las soluciones basadas en la naturaleza (SBN). SÍ, nosotros somos parte de la naturaleza, pero ella es la más sabia, sigamos su ejemplo.
4. Nada es gratis; por último, esta ley resume la tarea compleja de alcanzar infraestructura sostenible, ya que todo tiene un costo, que no siempre es económico, sino también social, ecológico, cultural, político, etc. Identificar y seleccionar adecuadamente el costo que una infraestructura va a pagar por su desarrollo es uno de los elementos clave a la hora de buscar alcanzar la sostenibilidad en el desarrollo de infraestructura.
Si queremos traducir las leyes anteriores a un lenguaje más adecuado para la ingeniería civil y la sociedad en general, podríamos decir que para alcanzar una infraestructura sostenible necesitaríamos de lo siguiente:
a. Una planeación efectiva de la infraestructura, que incluya un análisis integral de los costos ambientales (económico, social, ecológico, cultural, político, legal-institucional, de salud), un enfoque de economía circular y un adecuado aprovechamiento de los recursos naturales, principalmente el agua.
b. Una correcta evaluación del impacto ambiental de la infraestructura, que siga las mejores prácticas internacionales en la materia y que identifique la mayor parte de los posibles efectos al ambiente, en todas sus dimensiones, estableciendo las medidas de prevención, mitigación y compensación más efectivas en relación con los impactos generados.
c. Un manejo integral de los residuos en el desarrollo de la infraestructura, tanto de los residuos peligrosos, los de manejo especial y los sólidos urbanos, bajo los principios de economía circular.
d. Una supervisión y monitoreo ambiental robusto y eficiente que permitan identificar desviaciones significativas a la planeación inicial realizada. No basta una supervisión de la calidad de la infraestructura durante su construcción, sino es necesaria una supervisión ambiental permanente.
Como se puede apreciar, todas y cada una de las propuestas han sido impulsadas desde hace muchos años por parte del Colegio de Ingenieros Civiles de México, y en el contexto actual en México retoman una importancia significativa. Es importante que las y los candidatos a los diversos puestos de elección en todos los niveles de gobierno y en todo el país, consideren en sus propuestas, el desarrollo de infraestructura sostenible para México con base en los principios antes mencionados, para atender de manera integral tanto las necesidades básicas de la población, como las de desarrollo estratégico del país. Desde el Colegio de Ingenieros Civiles seguiremos trabajando para coadyuvar a alcanzar ambos objetivos: el bienestar de la población y el desarrollo sostenible del país.