En todos los países del mundo el desarrollo de la infraestructura tiene, entre otros, dos objetivos principales:
Colegio de Ingenieros Civiles de México, A. C.
· La prestación de servicios públicos suficientes, de buena calidad y a precios razonables, para incrementar el bienestar de la población y
· Apoyar a las empresas privadas y públicas para que sean más competitivas en los mercados nacionales e internacionales, procurando reducir el costo de sus productos para beneficio del consumidor final y del país productor.
El financiamiento de la infraestructura generalmente se lleva a cabo bajo alguno o algunos de los siguientes esquemas:
· Con recursos exclusivamente presupuestales de los gobiernos.
· Con créditos internos y externos a los gobiernos, lo que implica la constitución de un endeudamiento cuyo monto depende de la situación económica de cada país.
· Los créditos externos pueden ser otorgados por la banca de desarrollo internacional o bien por instituciones privadas de crédito internacionales.
· Los créditos internos pueden ser otorgados por la banca de desarrollo nacional o bien por instituciones de crédito nacionales privadas.
· Otro mecanismo usado en los últimos años, es el recurrir a financiamiento temporal de empresas privadas apoyadas por instituciones de crédito nacionales e internacionales, que difieren su recuperación durante un cierto número de años, obligándose los gobiernos a pagar su importe, con los costos financieros correspondientes, después de que entra en operación la infraestructura, lo cual es realmente una deuda disfrazada.
Por lo general los países no cuentan con presupuestos suficientes para el desarrollo de su infraestructura, ni son sujetos en forma ilimitada al otorgamiento de créditos para ese fin, por lo que se recurre a otros mecanismos financieros para conseguir los recursos necesarios.
Esos mecanismos están fundamentados en los recursos económicos de empresas privadas, apoyados por créditos de las bancas nacionales e internacionales; por lo general la aportación privada es del 25% y los créditos del 75%.
La ventaja de este esquema es que los países no otorgan ninguna garantía a los empresarios privados ni a las instituciones financieras para la recuperación de la inversión, son ellos quienes asumen el riesgo de que los ingresos por la utilización de la infraestructura sean insuficientes para recuperar su inversión en el plazo de las concesiones que les otorgan los gobiernos. Por esta razón, condicionan su participación económica a que en el plazo establecido recuperen su inversión o en caso contrario, los países se obliguen a ampliar los plazos de las concesiones por el tiempo necesario para que puedan recuperar sus inversiones y créditos.
La recuperación de la inversión está sujeta a la evolución del tamaño de la utilización de la infraestructura y a las tarifas acordadas con los gobiernos, es decir que la garantía de recuperación consiste en el incremento de las tarifas o bien en la ampliación del plazo de la concesión o una combinación de ambas.
El riesgo del tamaño de utilización de la infraestructura está íntimamente relacionado con las perspectivas de desarrollo económico de los países. Un país con una economía estable propicia el crecimiento de la demanda de nueva infraestructura y con ello genera ingresos sostenidos y crecientes a los empresarios privados, mientras que un país con economía inestable puede tener vaivenes en el crecimiento de la demanda, lo cual genera mayor incertidumbre y riesgos para la participación económica privada.
Es indispensable estudiar la infraestructura cuyos servicios pueden ser monopólicos o bien que los usuarios puedan tener alternativas para utilizarla o no. Por ejemplo en el caso de las carreteras concesionadas, una premisa es que exista una ruta alterna libre de cuota por la que los usuarios puedan trasladarse o mover sus productos, si por alguna razón no les es conveniente cubrir una cuota en la carretera concesionada.
Otro ejemplo son los servicios públicos de agua potable, drenaje sanitario y drenaje pluvial, que por sus características naturales son monopólicos, motivo por el cual si la situación financiera de los prestadores de los servicios no es sana, es decir que no cuenten con los ingresos suficientes para asegurar el pago del monto de la inversión privada y de los créditos correlativos, entonces no habrá inversión privada.
La situación económica actual de México y las políticas gubernamentales indican claramente que no tendremos los recursos presupuestales necesarios para el crecimiento de la infraestructura. El monto de la inversión presupuestal anual actual no llega al 2% del producto interno bruto y todos los países del mundo reconocen que cuando menos debe ser entre el 5 y el 7%, lo cual significa que si se continúa con esta política económica, la infraestructura será cada vez más insuficiente y deficiente y con ello perderemos competitividad, se encarecerán los productos nacionales para los consumidores y se reducirán las exportaciones de las empresas públicas y privadas.
Considero que no hay recetas mágicas para resolver esta situación. Cada proyecto de infraestructura que se pretenda desarrollar con participación privada o mixta con el gobierno (esquemas APP) será un caso particular y tendrá que evaluarse para definir si puede financiarse 100% con inversión privada y sus créditos correlativos, si un porcentaje puede ser privado y el resto presupuestal, tomando en cuenta los riesgos del crecimiento de la demanda de la infraestructura, de la posible actualización de las tarifas y la ampliación de los plazos de las concesiones, o una mezcla de estas alternativas.
El interés de los inversionistas privados y los riesgos que consideren factible asumir, dependerá de que el gobierno de México y en su caso los gobiernos estatales y municipales, apliquen políticas no sólo económicas, sino también jurídicas y sociales que les brinden tranquilidad respecto a la estabilidad política y social y el crecimiento económico del país. Un país inestable es campo poco propicio para la inversión privada en infraestructura o cuando menos se encarece dicha inversión.