Ing. Arturo Jiménez Ramón

Miembro del Comité de Financiamiento de la Infraestructura del CICM

La presencia del agua en el país, está referida a importantes zonas de escasez, aunque con muy amplias zonas dedicadas al riego; en particular se cuenta en México con 85 Distritos de Riego reportados en el ciclo agrícola 2020-21.

Los resultados del uso del agua publicado por la CONAGUA en el reporte del ciclo agrícola 2020-21, en el que indica que el promedio de la eficiencia global fue del 65.6%, la superficie dedicada al riego en dicho período fue de 2.4 millones de hectáreas, extrayendo un volumen de 25,500 millones de m3, utilizando una lámina de al menos 1.08 m en promedio lo cual implica conforme a las cifras de eficiencia global que el volumen realmente empleado en el riego es de 16,800 millones de m3, teniéndose un volumen no utilizado pero si extraído de 8,700 millones de m3. El valor de la producción en el ciclo reportado fue de 212,500 millones de pesos, lo que significa valor de productividad del agua fue de $8.33/m3.

Los 8,700 millones de m3 son suficientes para abastecer con una dotación de 250 litros/hombre/día a más de 96 millones de habitantes. Ahora bien, eficientar los distritos de riego, permitirían que casi produjeran el mismo producto con menos agua, o producir productos con mayor valor en el mercado incrementando la productividad del recurso.

De acuerdo con las estadísticas del Agua en México, publicadas anualmente por la CONAGUA, México tiene una cuantificación de agua renovable de 450 mil millones de m3 y el agua renovable per cápita es de 3,620 m3. De acuerdo con la misma publicación, se tienen registrados usos del agua por 271,300 millones de metros cúbicos, de los cuales sólo 54,000 millones m3 tienen uso consuntivo. De estos de manera global el sector agrícola utiliza el 76% (42,600), el público-urbano el 15% (13,000) y el resto es para la industria autoabastecida y energía eléctrica 9% (8,500).

En el anuario agrícola 2022 de la zona de Almería en España que desde 1970 inició un proceso de uso y gestión racional y sostenible del agua, presentan logros muy importantes, al transformar 32,300 hectáreas en 67,800 cosechadas (al aplicar dos campañas de riego) y uso total del agua de 321.6 millones de m3 láminas de riego de 0.47 m y valor de la producción de 4,100 Millones de €/año y productividad del agua de €12.77/m3 (equivalente a $255/m3). Volviéndose este sitio en uno de los ejemplos de sostenibilidad que se puede tener con el agua y su buen manejo. Los sistemas de riego empleados en esta región fueron modificados de agricultura tradicional para subsistencia, a sistemas de invernaderos y manejo de praticultura para el mejor aprovechamiento del agua.

Es fundamental el considerar la planeación que se ha realizado en esta región desde hace muchos años, en la que actualmente generan planes quinquenales para asegurar la sostenibilidad en el uso del agua en la región, cuya precipitación anual es de tan sólo 252 mm, como ocurre en la parte norte de México. Entre otros elementos importantes que se ha tomado en cuenta para el desarrollo de esta región son aquellas proyecciones que ha desarrollado la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que define que habrá que dar alimentos para el año 2050 a 9,100 millones de habitantes y para lograr esto, se requiere incrementar la producción agrícola en 70%, lo que se puede lograr a través de varios componentes: i. Agricultura sostenible, mediante la gestión eficiente del suelo, el agua y la energía; ii. Aplicación de tecnologías de riego como la praticultura e invernaderos; iii. Planificación; iv. Innovación.

Es por esta razón que es necesario impulsar la modernización del campo y el correcto empleo del agua en las ciudades, para que resulte eficiente el empleo de la misma y se conduzca a la mejor productividad del recurso.

En México, a través de los financiamientos de Banco Mundial a través del PROMMA (Programa de Modernización y Manejo del Agua) y gracias al seguimiento que la CONAGUA ha dado a estos elementos, se ha extendido el uso del agua a algunos ejemplos en el país, como son el DR 001 Pabellón, en Aguascalientes y el DR 051 Costa de Hermosillo, Son., entre otros. Obviamente las inversiones que se requieren son importantes y de partida se cambia el concepto de hectáreas a metros cuadrados, para ir aprendiendo poco a poco el cambio del esquema de riego.

Adicionalmente, se puede comentar que el intercambio del agua entre zonas de riego y ciudades se ha dado tradicionalmente, como son los ejemplos de Querétaro con la zona de Chichimequillas; Ensenada y la zona de Maneadero, y algunas otras ciudades del país.

Es muy importante voltear a ver estas zonas localizadas en las inmediaciones de las ciudades para obtener recursos más baratos como fuente de abastecimiento, adicionalmente que se modernizan los distritos de riego y se logra ganar en los dos sectores, agua para las ciudades y mejora en los esquemas de producción del campo.

Los montos de inversión pueden incrementarse de manera importante. Hoy en día la ampliación de zonas de riego puede costar entre $50-$60 pesos por m2, mientras que introducir esquemas de invernadero cuesta entre $350-$500 pesos por m2, las ventajas en que se incurre en este último, son altos rendimientos, alta rotación de cultivos y protección ante plagas y cambios de temperatura. De esta forma, se asegura la capacidad de producción y altos valores de rentabilidad de los cultivos.

Entre los puntos fundamentales que producen los mejores rendimientos de las inversiones se tienen elementos como: organización, integración del sector público y el privado, planeación, mercadeo, comercialización, capacitación, tecnología, innovación y como

puede observarse todos estos componentes son aplicables al manejo del agua tanto en el uso agrícola, como en el público-urbano.

Hoy en día, cada vez más se cuenta con una tendencia importante hacia los cambios de cultivo apoyados en la praticultura y los invernaderos que permiten controlar los consumos del agua y de igual forma tener altos niveles de rentabilidad de los cultivos, del agua y la protección de los terrenos.

Por otra parte, si se busca el intercambio del agua con los Distritos de Riego, las ciudades deberán participar en la modernización del campo, y de esta forma las inversiones que se tendrán que realizar en lo referente a las fuentes de abastecimiento, se reducirán significativamente. Adicionalmente y como ha sido mencionado desde los años ´90s, uno de los temas principales en los que se debe invertir, es en las redes de distribución, lo constituyen los procesos de sectorización para tener un mayor control en el agua no contabilizada de las mismas.

Como conclusión se puede indicar que hay una oportunidad importante del abastecimiento de agua potable a las ciudades, al realizar intercambios con los Distritos de Riego del país, y sobre todo, eficientar el uso del agua tanto en las zonas agrícolas como en las zonas urbanas.

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