En un contexto bajo cambios permanentes en todos los aspectos de la vida diaria, las profesiones deben adaptarse a la situación en curso, para responder a las necesidades intrínsecas de cada una en su aportación a la sociedad y, en forma individual, a cada miembro de ella.
En el caso de la Ingeniería, los cambios y adecuaciones son indispensables para poder mantener su vocación social toda vez que en el desarrollo de la ingeniería de proyectos de infraestructura participan equipos multidisciplinarios que generan proyectos de instalaciones y construcciones, públicas o privadas, para el desarrollo de la actividad comercial, servicios, vivienda y recreación, todos en conjunto requeridos para que la sociedad tenga una mejor calidad de vida.
Dentro de las obras que competen a los servicios públicos, conocidas como Infraestructura, los Gerentes de Proyecto hoy en día se enfrentan a la disyuntiva entre mantener la forma tradicional reconocida como buena práctica para el manejo y control de proyectos, o incursionar en nuevas tendencias sugeridas por los más destacados cuerpos colegiados expertos en el manejo de proyecto, que incluyen el enfoque a la celeridad de los procesos y una ágil toma de decisiones, como respuesta al entorno cambiante.
En el primer caso, el manejo de los proyectos consiste en seguir una secuencia de procesos para cubrir todas las etapas de un proyecto, desde su planeación, diseño, construcción, pruebas, operación, mantenimiento y entrega y puesta en marcha; todas estas etapas se documentan y se desarrollan cubriendo listas de verificación que incluyen todo lo relativo a las siguientes áreas: integración del equipo de trabajo, manejo del alcance del proyecto, planeación, programa, presupuesto, especificaciones de calidad, recursos a utilizar, líneas de comunicación, evaluación de riesgos, compras o subcontratos y, sobre todo, el involucramiento de todos los participantes, de forma directa o indirecta.
En el segundo caso, el Gerente de Proyecto debe estar atento a las situaciones que se presenten y tener la capacidad de respuestas ágiles, que permitan implementar las medidas necesarias para solucionar cualquier imprevisto y reencauzar el proyecto para culminarlo de acuerdo con lo previsto inicialmente.
A la vista de una y otra forma de conducir los proyectos, se entiende que no son excluyentes. Si el responsable de un proyecto lo conduce de manera “tradicional”, también puede incorporar praxis o experiencias en el equipo de trabajo que permitan una pronta identificación de desviaciones yestablecer la secuencia necesaria para su solución. Si esto se maneja y se atiende en forma eficiente y expedita, se estaría incurriendo en una nueva tendencia de manejo de proyectos ágiles, sin omitir cada uno de los aspectos a vigilar y controlar en el proyecto.
A su vez, en el caso de que el gerente de proyecto lo conduzca desde la metodología de vigilancia de situaciones para pronta solución, depende de la habilidad y capacidad del gerente de proyecto y su equipo, el poder establecer estrategias de ágil respuesta sin obviar algún paso o proceso en el proyecto. Esta alternativa de manejo de proyectos ha probado ser más apropiada en proyectos de sistemas informáticos, pero no se ha adaptado en forma sostenida y sustentada en proyectos de construcción. Para asegurar que en este caso no se pase por alto un proceso o actividad a lo largo del proyecto, el responsable bien podría retomar la lista de verificación que se integra al revisar los datos de entrada, procesos y datos de salida en cada área definida en el manejo formal.
Por lo anterior, considero que para el manejo de Gerencia de Proyectos de Infraestructura, y Construcción en general, puede aplicar la metodología formal y, de manera simultánea, incorporar nuevas estrategias como complemento a la práctica tradicional, para adicionar rutinas o procesos que la adapten al entorno, sin perder su estructura de cobertura integral de todos los aspectos involucrados en un proyecto, pues las experiencias han enseñado que, solo cuando se cubren todos los requisitos y técnicas en forma oportuna, se puede llevar a buen término un proyecto.
En adición a la metodología y a la lista de procesos necesarios para dirigir un proyecto, el gerente de proyecto, y cada uno de los involucrados en la ejecución del proyecto, deben mantener el compromiso de desarrollar los trabajos en un contexto de enfoque social, preservación del medio ambiente, adaptación a equipos multidisciplinarios y globales, respeto a los involucrados directa o indirectamente con el proyecto, innovación, ética profesional y, algo que se ha buscado a lo largo de las generaciones, pero que resulta necesario enfatizar, es preparar a nuevas generaciones para que los proyectos de infraestructura por construir, cuenten con profesionales al nivel de competencia requerido..
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