El capitán segundo Felipe Rodolfo Rosales y el bombero Julián Dámaso Valenzuela iban camino a la estación de bomberos de Ciudad Juárez. La jornada estaba a punto de terminar. Eran las 9 de la noche con 39 minutos, del lunes 27 de marzo. Ambos viajaban en una camioneta pickup, con número económico A07504. Circulaban por la avenida General Rivas Guillén, al cruce con Bernardo Norzagaray.
La zona está muy cerca de la presidencia municipal de Ciudad Juárez y de los puentes internacionales Paso del Norte y Lerdo Stanton, hacia Estados Unidos.
De pronto, ambos bomberos vieron que de las ventanas del Instituto Nacional de Migración salía humo. Activaron la alerta de emergencia y solicitaron las “máquinas extinguidoras” a la estación central número 1, ubicada en la calle Colegio Militar, al cruce con 5 de mayo. Un trayecto de siete minutos en coche.
Los bomberos no perdieron el tiempo. Al llegar al Instituto Nacional de Migración, “decidieron entrar por la puerta principal que consta de una reja de metal y una puerta de madera. La reja de metal estaba abierta, pero la puerta de madera estaba cerrada por dentro con un pasador. El capitán Rodolfo Rosales tiró una patada para forzarla en medio de un humo denso y calor".
“A las 9 de la noche con 43 minutos, llegó el primer camión de bomberos con el número 19. Los elementos entraron y se dieron cuenta que otra puerta de reja metálica que daba al área de dormitorios de hombres estaba cerrada con un candado. Los bomberos procedieron a realizar una entrada forzada con herramientas especializadas para romperlo y poder entrar a extinguir el incendio que se registraba en colchonetas para dormir”.
“Utilizaron 100 pies de línea de 1/2 pulgadas y 2 mil litros de agua. En ese momento realizaron una búsqueda y rastreo. Encontraron a personas inconscientes en el dormitorio y en dos baños. En esos momentos ya habían llegado otros camiones con los números 4 y 12, una cisterna y las pickups 6 y 11. En total eran alrededor de 20 bomberos, para rescatar a lesionados y víctimas fatales, siendo un total de 68, todas del sexo masculino, de las cuales 37 fallecieron en el lugar y 31 fueron trasladados a recibir atención médica de ambulancias de rescate municipal, Cruz Roja y privadas”.
“Se hace mención que por lo denso del humo y lo caliente del área, bomberos realizaron un boquete utilizando un marro de 16 libras, en una de las paredes para conseguir una ventilación de gases calientes, humo y calor. Se hace notar que en el edificio donde se ubica la estación provisional migratoria no se localizan extinguidores contra incendio y una de las rejas metálicas para ingresar o salir del área se encontraba soldada y la otra se encontraba cerrada con un candado de la marca Máster, por lo que no fue posible que las personas ahí resguardadas pudieran salir al momento que se inició el incendio. El personal y ministerio público de la Fiscalía General de la República y del estado se hicieron cargo de la escena e investigación, terminado el servicio a las 4 horas del siguiente día”.
Todo lo anterior es parte del reporte del Heroico Cuerpo de Bomberos de Ciudad Juárez, al que tuve acceso. Consta en las carpetas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de la Fiscalía General de la República. Estos elementos son los héroes de una tragedia. Del otro lado están los villanos, los que nunca se harán responsables, pero que ya cargan con una tragedia muy similar a la de otros gobiernos.
Stent:
Murió en condiciones sospechosas Erika Medina Moctezuma. Era novia del regidor del ayuntamiento de Cuernavaca, el panista Fernando Carrillo Alvarado. Según sus familiares, ella sufrió en silencio maltrato psicológico, verbal y físico, que la llevó en varias ocasiones al hospital. La versión oficial indica que se suicidó.