El video es brutal. Se escuchan al menos 16 disparos de arma de grueso calibre cuando todavía no había amanecido en la ciudad de Celaya, Guanajuato. El ataque hizo que Teresa Castro Ramírez perdiera el control del Bora color blanco que manejaba y terminara impactado contra una barda y un poste en calles de la colonia Hacienda Natura. Junto a ella estaba el cuerpo de su hija Lizbeth Valentina, “Vale”, que iba lista para bajarse a la escuela cuadras más adelante.
Teresa tenía 31 años. Vale tenía ocho. Los mismos que su mamá de haber entrado a la policía en esa ciudad infierno para serlo. Los primeros en acercarse a la escena del crimen fueron vecinos que dejaron pasar algunos minutos después de que vieron a los agresores escapar.
Cuando el reporte del asesinato llegó a las oficinas centrales de la policía municipal todos quedaron pasmados por la saña: el propio secretario de Seguridad, Jesús Rivera Peralta, que en septiembre del año pasado enfrentó el asesinato de uno de sus escoltas. También el alcalde, Javier Mendoza, que en agosto de 2022 perdió a su hijo Guillermo en un ataque en pleno centro de la ciudad.
En el caso de Tere y Vale, la orden fue que dos patrullas escoltaran los féretros. Primero a la funeraria San Rafael, luego a la parroquia de la Divina Providencia. Un mariachi acompañó los servicios, mientras familiares cargaban una fotografías, entre ellas una de la niña, vestida de blanco.
De 2018 a 2023, el crimen organizado mató a 66 policías en Celaya, según cifras de las propias autoridades municipales. Fuera de lo relevante que es las vidas perdidas de personas, eso ha implicado un gasto por indemnizaciones de poco más de 24 millones de pesos. Algo así como 363 mil pesos para las familias de las víctimas.
Pero en lo que llevamos del 2024, en Celaya han asesinado a 10 elementos municipales, entre ellos un bombero que iba en camino a apagar coches incendiados por el crimen organizado y también un policía de tránsito.
A lo largo de estos años trágicos para ser policía en Guanajuato, el polémico fiscal del estado Carlos Zamarripa ha declarado que según las investigaciones, en algunos casos mínimos, hay vínculos entre los elementos y el narco. ¿Cuántos casos son mínimos? ¿En cuántos otros casos han matado a policías que realmente trataron de hacer su trabajo? ¿En cuántos han muerto niñas que no tenían nada que ver? Por lo menos van dos. Vale, la hija de Tere, y otra que murió apenas el 11 de febrero víctima de una bala perdida en una agresión contra otro policía en la comunidad de San Juan de la Vega, ahí mismo en Celaya.
Stent:
A lo largo de esta semana corrió la versión de que Xóchitl Gálvez canceló una reunión con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Falso. Ese encuentro ya se concretó de manera discreta, incluso mucho antes que el que presumió Claudia Sheinbaum. Igual que con el papa Francisco, la morenista llegó después.