“Hay que tener cuidado con Claudio porque quiere imponer a su candidato”. Esa es la frase que suena una y otra vez entre los integrantes de los distintos bloques opositores del país que se han agrupado para defender al INE de los embates autoritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Ahí están incluidos los presidentes de los partidos políticos de la alianza Va por México, PRI-PAN-PRD, y los líderes de las organizaciones y colectivos en defensa de la democracia.

El recelo al empresario Claudio X. González no es nuevo y ha ido en aumento. Personajes que están dentro del círculo me relataron que el primer gran desencuentro entre ambas partes sucedió a finales de octubre y principios de noviembre del año pasado, al planear la marcha de “El INE no se toca”, con destino al Monumento de la Revolución. Cuando llegó el momento de elegir a los oradores, Claudio X. González propuso el nombre de la periodista Beatriz Pagés. Uno de los primeros en saltar fue Alejandro Moreno “Alito”, líder nacional del PRI. Él, junto con otros, la rechazó por su participación en el canal de Youtube Atypical Te Ve, del publicista Carlos Alazraki. Argumentó que el tono del programa, específicamente contra López Obrador, podría ser contraproducente. “Alito” logró bajarla y José Woldenberg quedó como único orador para esa ocasión.

El ejercicio del 13 de noviembre resultó un éxito en la convocatoria y de paso calentó al presidente López Obrador. En el bloque opositor todo era fiesta, hasta que llegó una duda: ¿qué sigue? Unos propusieron organizar foros en distintas partes del país y otros sugirieron llenar el zócalo y de paso hacer notar el músculo en la Suprema Corte de Justic ia. Ganó la segunda idea.

Comenzó la organización para la manifestación del 26 de febrero y de nuevo los oradores fueron el tema de discordia. No había dudas sobre la voz técnica del ministro en retiro José Ramón Cossío Díaz, pero alguien más debía acompañarlo. Sonó el nombre de la abogada e investigadora Ana Laura Magaloni, pero Claudio X. González volvió a proponer a Beatriz Pagés. Otra vez, el mismo grupo encabezado por “Alito” reclamó que aquello parecería más un evento de FRENA , pero ya no le alcanzó para desactivarla.

Con el éxito de la segunda convocatoria en la bolsa tras llenar el Zócalo y plazas de otras ciudades del país, surgió la misma duda de hace 3 meses: ¿qué sigue? Las organizaciones civiles coincidieron en que ambas movilizaciones les dieron fuerza suficiente para imponerle a los partidos políticos el proceso de selección del candidato o candidata rumbo a 2024. Ni al PRI ni al PAN ni al PRD les gustó la idea, porque lo ven como una puerta a la imposición de un candidato por parte de Claudio X. González o incluso van más allá: el registro de un nuevo partido político después de la elección presidencial.

El choque de egos e intereses tambalea a este bloque opositor. ¿Resistirá?

Stent:

La elección abierta para determinar al candidato o candidata es la opción que más convence a las organizaciones, pero no a los políticos. El más reservado es el panista Marko Cortés, porque tiene miedo de que incluso el PRD podría movilizar a más votantes bajo esa circunstancia.

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