No sé cuál sea la bebida alcohólica preferida de la nueva secretaria de Economía, Raquel Buenrostro. Es más, ni siquiera sé si las consume. Lo único que está claro es que el Tequila le traerá una de sus peores resacas. La cantidad es tanta que tal vez, como sucede muchas veces cuando se consume este producto en exceso, ni siquiera sepa por dónde llegó el golpe.

Hace más de un mes, el presidente López Obrador designó a Raquel Buenrostro al frente de la Secretaría de Economía, en lugar de Tatiana Clouthier. Al llegar al cargo, comenzó con los despidos de alto rango, pero eso no asustó al resto de los funcionarios. En su imaginación creyeron que alguien más llegaría en cuestión de días y todo tomaría cierto orden como cada cambio de mando.

Eso no sucedió en una de las unidades más importantes dentro de la secretaría: la Dirección General de Normas, encargada de los procedimientos para comercializar productos mexicanos, específicamente en el extranjero, específicamente en los permisos para exportar bebidas alcohólicas y específicamente para su producto estrella, que es el Tequila.

Desde hace más de un mes, la Dirección General de Normas no tiene cabeza y está colapsada. Para darnos una idea, ahí reciben más de 5 mil 500 volantes al año, es decir solicitudes de trámites para producir y exportar. Solo que ahora, sin jefe, llegó el cuello de botella.

En una etapa de funcionamiento óptima, la Dirección entregaba 12 certificados de exportación por semana. En medio de esta crisis ha entregado menos de diez en más de un mes. Los medianos productores son los más afectados. Ellos envían su Tequila a granel hacia países como Estados Unidos, Canadá, Alemania o España, entre otros, según los contratos que van adquiriendo.

Esos medianos productores están desesperados. Sus capacidades de resistencia no son las que tienen los grandes grupos del mercado como Cuervo-1800, Herradura-Jimador o Diageo, dueña de Don Julio 70. Pero los grandes consorcios tampoco están exentos del problema y ya entraron en alerta, a través del Consejo Regulador del Tequila, el CRT. Si bien no es común que necesiten nuevos permisos de exportación porque ya tienen amarrados sus contratos a largo plazo, en caso de necesitar uno en el futuro próximo, también estarían amarrados de manos por la ausencia de mando en esa área de la secretaría de Buenrostro.

La exportación de tequila no es una cosa que se puede dejar para después. En 2021, México envió a otros países un aproximado de 339 millones de litros de la bebida insignia. Lo equivalente a 2 mil millones de dólares, según los propios datos del Gobierno Federal. Es la segunda industria más importante solo detrás de la cerveza en el conjunto de bebidas alcohólicas.

Stent:

Esta misma oficina vio colapsar una de sus normas de regulación más importante en los últimos años, gracias a una ocurrencia del Presidente. A él no le gustó la nueva verificación vehicular y echó abajo la NOM 236, que buscaba estándares de seguridad más elevados. Que el Presidente opine sin tener idea al respecto les parece tan ridículo como si decidiera frenar la denominación de origen de la Raicilla, la prima del mezcal y del tequila que ahora saldrá al mundo.

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claudio8ah@gmail.com