No lo grita a los cuatro vientos. Prácticamente no se lo ha dicho a nadie, más que a su propia cabeza y a un par de sus más cercanos. No piensa tirar la toalla porque mancharía su buen historial. No dejará el encargo porque la paga es más que buena, pero Antoni Gutiérrez-Rubí ya se decepcionó de Claudia Sheinbaum.

Su llegada al equipo de la jefa de gobierno de la Ciudad de México generó un tremendo ruido mediático. El diario español El País reveló la primicia y en cascada siguieron los medios nacionales. Todos hacían el recuento en el mismo tono para presentarlo: Antoni Gutiérrez-Rubí, el hombre que llevó a Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, como si tuviera un toque divino.

El asesor de comunicación y consultor político español, reconocido por trabajar de la mano de otros políticos de izquierda, como Alberto Fernández, presidente de Argentina, se integró al equipo de Sheinbaum en agosto.

Aunque ella negó estar en campaña, no se podía ocultar lo obvio y hasta desató burlas de compañeros de partido como el senador Ricardo Monreal, quien dijo que él no necesitaba de extranjeros, que podía solito con su equipo de mexicanos.

Tres meses después, Antoni sabe que está frente al reto más difícil de su carrera. Y no es porque la jefa de gobierno no le haga caso a sus consejos. De hecho, ha seguido todos al pie de la letra, aunque no se sienta cómoda con varios de ellos. Antoni está decepcionado por lo desangelado que es el personaje al que aceptó ayudar. En cierta parte, dicen que Antoni está decepcionado de él mismo por no haber analizado bien el reto que se le venía antes de dar el sí.

El anuncio de que Claudia Sheinbaum se casará con su pareja Jesús María Tarriba fue la gota que derramó el vaso. Obviamente Antoni lo avaló. Todo estaba calculado. Dónde, cuándo, cómo, con quién decirlo.

Pero la realidad los alcanzó cuando la feliz noticia regresó como un boomerang que comparaba a la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y a su novio con Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera.

Antoni, con toda su experiencia, no la vio venir. Y en el Palacio del Ayuntamiento, el ambiente se puso tenso. La simple insinuación de que se trata de un matrimonio forzado para no presentar a una mujer soltera como candidata a la presidencia de la República, molestó a Sheinbaum.

De inmediato la estrategia cambió. Por ahora, más reserva en el tema de la boda. Pero alguien desobedeció la orden. En la cuenta de TikTok de Claudia Sheinbaum decidieron que era buena idea insinuar que ya buscaba su vestido de novia en la calle de República de Chile, del Centro Histórico de la Ciudad de México. Más tarde, el video desapareció por arte de magia.

Stent:

Tienen plenamente identificada a la persona que le escupió a Marcelo Ebrard, en la marcha organizada por el presidente López Obrador.

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claudio8ah@gmail.com
 

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