En política todo puede cambiar de un momento a otro, y eso puede hacer difícil predecir lo que sucederá. Sin embargo, aunque el año apenas comienza, pueden anticiparse algunos asuntos que seguramente serán relevantes y que, todo apunta, estarán en el centro de la discusión pública.

Acaso el asunto político más próximo, y que ha desatado mayor crispación, es la consulta de Revocación de Mandato que se llevará a cabo el 10 de abril. El oficialismo ha hecho de este ejercicio una de sus banderas principales desde el año pasado. En principio, la consulta es un mecanismo de participación ciudadana y rendición de cuentas; no obstante, se ha hecho de ella una herramienta de movilización de apoyos al gobierno y un efectivo instrumento de polarización. El quid sobre los recursos necesarios para llevar a buen puerto este ejercicio ha desatado un enfrentamiento continuo y tenso entre el oficialismo, sus simpatizantes y el I nstituto Nacional Electoral (INE). Todo ello ha pasado por las ofensas, calumnias e incluso la promoción del ejercicio penal contra algunos de los consejeros del Instituto.

En asuntos legislativos, la agenda parece, de momento, concentrarse en las que podrían ser iniciativas presidenciales para el próximo periodo. Me detengo brevemente en dos que, aunque apenas están esbozadas, parecen ser las más próximas: la posible reforma electoral y la de la Guardia Nacional.

En el caso de la primera, la preocupación se concentra sobre un posible control político del INE. Ya que, por un lado, se busca afianzar el control presupuestario que se ejerce sobre él, reduciendo su tamaño y recortando su presupuesto. Mientras que, por el otro, se busca renovar en su conjunto la composición de los órganos electorales. Propuestas que podrían debilitar su autonomía.

En el caso de la segunda iniciativa los contornos n más borrosos y hay, todavía, muchas dudas. Aunque, de nuevo, las inquietudes versan sobre la posible adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacionalso, la discusión girará en torno cuál debe ser el papel de las Fuerzas Armadas en un Estado democrático, y cuál es el modelo de policía civil más conveniente para nuestro país.

Si bien estos son, por hoy, los temas prioritarios en el plan de gobierno de la actual administración federal, debemos reconocer que rara vez permanecen inalterados. Sólo el desarrollo de los acontecimientos podrá indicar su destino en la agenda de discusión dentro de los órganos legislativos.

Por último, el 5 de junio hay elecciones en seis entidades para renovar gubernaturas: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Estos comicios serán una oportunidad para sentir el pulso sobre cuáles son las preocupaciones y preferencias de las y los mexicanos en las diferentes regiones; y para que, tanto el oficialismo como las oposiciones, planteemos a los ciudadanos las propuestas y el proyecto de país que tenemos para atender los retos de México. Para la oposición, significa también un momento clave en la ruta hacia las elecciones de 2023 y 2024.

Estos son sólo algunos de los asuntos que ocupan el horizonte en este inicio de año. Si bien el vaivén político y la coyuntura habrán de marcar continuidades y cambios, es necesario tener claridad, intentar una reflexión serena y sostener la mirada atenta en el horizonte de lo que es posible anticipar.

Senadora de la República

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