El 31 de mayo se conmemora el Día Mundial sin Tabaco. Con motivo de esta fecha, desde finales del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha la campaña “Desafío para dejarlo”, bajo el lema “Comprométete a dejarlo durante la COVID-19”, que pretende que al menos 100 millones de personas a nivel global abandonen el uso de productos de tabaco y nicotina. Actualmente, en el mundo son 780 millones de personas quienes afirman querer dejar de fumar, pero solo 30% de ellas tiene acceso a los medios que pueden ayudarles a conseguirlo. En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 reporta que 15 millones de mexicanos mayores de 20 años fuman tabaco (10.6 millones de hombres y 4.1 millones de mujeres). Los estados del norte fuman más que los del sur, destacan Chihuahua, Coahuila y Nuevo León en primeros lugares. El sector salud gasta cada año 95 mil millones de pesos en atender enfermedades asociadas al tabaquismo, mientras que se recaudan 43 mil millones de pesos por impuestos de venta de tabaco.

Ante este escenario, la campaña permitirá crear entornos más saludables, que ayuden a dejar esta sustancia de varias maneras: abogando por políticas enérgicas de abandono del tabaco; incrementando el acceso a los servicios de deshabituación; dando a conocer las tácticas de la industria tabacalera y facultando a los consumidores para tener éxito en sus intentos por dejarlo.

Se estima que la mitad de quienes consumen tabaco o productos derivados, perderá la vida por un padecimiento asociado a esta conducta, lo que representa la muerte de 8 millones de personas cada año, y de ellas, alrededor de un millón ocurren en el continente americano. En México 51,575 muertes son atribuibles a tabaco cada año, las principales enfermedades asociadas son problemas cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer de pulmón. Además, las personas que viven con estas afecciones son más vulnerables a las formas graves de la COVID-19. El tabaco daña también a personas no fumadoras que fuman humo ajeno, quienes respiran el humo de otra persona que les fuma cerca, especialmente a los niños, quienes desarrollan asma. De ahí la necesidad de espacios libres de humo de tabaco. Estas razones, que al comprometer la vida ya deberían ser suficientes, se suman a la publicación de la OMS de “más de 100 razones para dejar de fumar” que hace un énfasis especial en la oportunidad de poner fin al consumo de tabaco ahora que sabemos que los fumadores corren mayor riesgo de presentar sintomatología grave y fallecer a causa de la COVID-19. En nuestro país, que ha sido gravemente azotado por la pandemia, las autoridades sanitarias han informado que el tabaquismo ocupa la cuarta posición dentro de las comorbilidades asociadas a los casos de defunción por SARS-CoV-2. De manera que «si los consumidores necesitan más motivación para abandonar este hábito, la pandemia constituye el perfecto incentivo», como lo señala el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

Desde antes de la emergencia sanitaria, el tabaquismo ya era una de las mayores amenazas para la salud pública. Además de la magnitud del problema en población adulta y sus terribles consecuencias, resulta alarmante que hasta 52% de los jóvenes mexicanos de 17 años reporta haber probado el tabaco antes de esta edad, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes 2014. Los datos de esta encuesta muestran que han fumado tabaco el 16.9 % de los niños de primaria, 40.7% de los adolescentes de secundaria y el 73.9% de los jóvenes de bachillerato. Entre los pacientes atendidos en Centros de Integración Juvenil, se ha visto una tendencia constante de casi el 90% que fuman tabaco, sea cual fuera la droga que los lleva a consulta, es decir, fuman en combinación con alguna otra droga. Fumar acorta la esperanza de vida 5 años y medio. El potencial adictivo de la nicotina y otros componentes tóxicos en el tabaco, pueden tener consecuencias muy importantes cuanto más temprana es la edad de inicio del consumo. De ahí que las campañas para disuadir el consumo de tabaco en cualquiera de sus formas (cigarros, pipas, shishas) pongan especial atención en los más jóvenes, con el fin de lograr una generación libre de tabaco. En los últimos años, la industria tabacalera ha buscado atraer a más jóvenes a través de la venta de productos con diseños estilizados y la incorporación de sabores atractivos en productos de tabaco sin humo como en los cigarrillos electrónicos, cuyo uso es igualmente perjudicial para la salud. También, se han utilizado las redes sociales, sirviéndose de influencers o celebridades para promocionar productos de tabaco y vapeo; así como otras técnicas de publicidad digital.

Abandonar el consumo de tabaco no es fácil, menos aún con la carga añadida de tensiones sociales y económicas que la pandemia ha traído consigo. Sin embargo, los beneficios son prácticamente inmediatos. A los 20 minutos de dejar de fumar se reducen la tensión arterial y la frecuencia cardíaca elevadas. A las 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo vuelve a la normalidad. Entre la segunda semana y los tres meses, mejoran la circulación y la función pulmonar. En un año, el riesgo de infarto se reduce a la mitad y en diez años, la posibilidad de tener cáncer de pulmón decrece sustancialmente.

Aprovechemos que en este momento millones de personas de todo el planeta desean dejar de fumar. Casi 74% de las personas que fuman quiere dejar el tabaco. De ahí la necesidad de apoyar la aplicación de medidas de lucha antitabáquica que reduzcan eficazmente la demanda de esta sustancia e invertir en servicios que ayuden a los consumidores a lograr el objetivo de abandonar esta conducta dañina. Contar con estrategias preventivas y de tratamiento eficaces para la deshabituación tabáquica trae consigo un mejor estado de salud y puede salvar muchas vidas. Una estrategia que ha resultado de utilidad para evitar que niños y jóvenes inicien su consumo es que sean ellos los que motiven a sus padres a dejar el consumo de tabaco, por ello otorgaremos premios e incentivos para los que logren esta meta. Solo tienen que llenar un autodiagnóstico en www.gob.mx/salud/cij, encontrarás la encuesta también disponible en QR, deja tus datos y recibirás tratamiento adecuado.

Esta puede ser una oportunidad para que las personas que usan tabaco o productos derivados se decidan a dejarlo. Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, comunícate a la línea telefónica de atención psicológica al 55 52 12 12 12, por WhatsApp al 55 45 55 12 12 o a través de mensajería instantánea en Facebook (@CIJ.OFICIAL).

Desafío para dejarlo
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