Después de ser uno de los países más violentos del mundo por décadas, en casi cuatro años de gobierno del presidente Nayib Bukele, El Salvador no solo ha reducido su tasa de homicidios a 7.8 por cada 100,000 habitantes, sino que salió de la lista negra mundial. ¿La fórmula?, acorde al mandatario es el “Plan Control Territorial”. Actualmente, Bukele presume en su cuenta de Twitter: “Marzo 2023 cerró como el mes más seguro en toda la historia de El Salvador” y “Segundo día de abril con 0 homicidios”.

Vale la pena mencionar que, en 1994, la tasa de homicidios en la nación centroamericana llegó a ser de 138, ergo, la nación más violenta del mundo de acuerdo con distintos rankings internacionales. No sorprende entonces que los índices de popularidad del presidente salvadoreño fluctúen entre 85% y 90%. Como dato de interés, para poder comparar peras con peras, en México en 2021 nuestra tasa fue de 28 homicidios por cada 100,000 habitantes.

La violencia que ha padecido nuestro vecino latinoamericano se desprende, mayormente, de disputas entre pandillas de las distintas facciones de la afamada Mara Salvatrucha. Es por esto por lo que la estrategia se ha basado en combatir frontalmente a las pandillas al amparo de un régimen de excepción, mismo que suspende derechos constitucionales, como el de la defensa e inviolabilidad de las telecomunicaciones, además de que la detención pasa de tres días a un máximo de 15 días.

A la fecha, alrededor de 65,000 personas han sido detenidas y acusadas de pertenecer a pandillas o colaborar con dichas estructuras. Todo esto ha sido fuertemente criticado por organizaciones de derechos humanos.

Ahora, lo que pareciera ser la joya de la corona de toda la estrategia es la nueva y enorme cárcel del “primer mundo” que bien podría convertirse en la penitenciaría más grande del planeta, con una supuesta capacidad para albergar a 40,000 reclusos. Bukele la llama Centro de Confinamiento del Terrorismo, y todo apunta a que tiene toda la intención de llenarla, esta instalación no va a ser un elefante blanco.

Para darnos una idea del tamaño de este “Centro de confinamiento”, las prisiones más grandes en los Estados Unidos son Rikers Island en Nueva York y Los Angeles County en California, ambas con una capacidad para albergar 15,000 reclusos.

Los salvadoreños dicen que, a raíz de la implementación de la estrategia, la extorsión casi ha desaparecido y ahora gozan de una palpable sensación de seguridad en su vida cotidiana a expensas de la violación de derechos humanos de los detenidos, fallas en el debido proceso y muy poca transparencia en todos los sentidos. Sin embargo, la mayoría de la población pareciera estar bien con la compensación ante la brutal disminución de la violencia callejera. Bukele es inmensamente popular, al igual que el estado de emergencia que ha declarado, las protestas contra él han fracasado.

¿A grandes males… grandes remedios? Se preguntará usted amable lector. Pero aquí deberíamos ver hacia el futuro y plantear otro tipo de cuestionamientos: ¿Cuánto tiempo se puede mantener este enfoque en extremo punitivo?, ¿cuánto tiempo se puede sostener un régimen de excepción cómo el actual?, ¿cuál es el costo financiero y social de mantener esta mega prisión?, ¿cuáles son las condenas y por cuántos años? Todo esto tiene un límite.

Para finalizar, la historia en distintos países nos ha demostrado que las pandillas tienden a prosperar en la cárcel. El pensar en decenas de miles de reclusos en un mismo sitio permaneciendo obedientes y dóciles como hasta ahora es una utopía y una bomba de tiempo.

En la obra maestra literaria Fausto, el protagonista vendió su alma al diablo a cambio de placeres terrenales y juventud hasta el día de su muerte. En este caso, creo que El Salvador está haciendo lo propio a cambio de un espectacular impacto político en el corto plazo.

POSTDATA – Los criminales y nuestras autoridades no dejan de sorprenderme. Lo que era una búsqueda de 23 personas que desaparecieron viajando en transportes turísticos arrendados en Guanajuato, abrió la cloaca y en menos de 48 horas aparecieron 121 víctimas retenidas por parte del crimen organizado en Matehuala, San Luis Potosí, entidad gobernada por el Partido Verde. Ahora resulta que en esta zona se secuestra y extorsiona masivamente a migrantes y pobladores y nadie lo sabía.

Consultor en seguridad y manejo de crisis

@CarlosSeoaneN

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