La Iniciativa Global Contra la Delincuencia Organizada Transnacional se fundó en 2013. Desde ese entonces, su visión ha sido la de movilizar un enfoque estratégico global para abordar la delincuencia organizada fortaleciendo el compromiso político para abordar el desafío, construyendo una base de evidencia analítica sobre la delincuencia organizada, perturbando las economías criminales y desarrollando redes de resiliencia en las comunidades afectadas.
Diez años después (y como ya bien lo sabemos) la amenaza del crimen organizado es mayor que nunca por lo que es fundamental que se tomen o se sigan tomando medidas para crear una respuesta global coordinada para enfrentar este gran desafío.
En octubre del año pasado, esta organización publicó su índice Global de Crimen Organizado 2023, resultado de un esfuerzo de dos años para evaluar los niveles de delitos y resiliencia en los 193 estados miembros de la ONU.
El reporte consta de 246 páginas, así es que no me es posible plasmar toda la información que quisiera en una sola columna, motivo por el cual solo daré los aspectos más relevantes que correspondan a México. Spoiler alert: No, no salimos bien calificados.
Vale la pena mencionar que mientras que la primera edición del 2021 analizó 10 mercados criminales, en esta segunda edición se agregaron otros cinco que corresponden al sector privado: delitos financieros, delitos ciber dependientes, comercio ilícito de productos sujetos a impuestos especiales, productos falsificados y extorsión/extorsión de protección.
¿Y dónde se ubica México en este estudio? En una escala del 1 al 10, las calificaciones nos otorgan un puntaje en el índice de criminalidad de 7.57 puntos, el cual nos ubica en un muy deshonroso 3er lugar mundial, solamente detrás de Myanmar (8.15) y Colombia (7.75). Para contar con una mejor referencia global, les comento que el promedio mundial es 5.03 y el de nuestro continente 5.20.
Y aún peor, en el apartado denominado “Puntuaciones del Mercado Criminal”, el cual resume y promedia las 15 categorías de mercados criminales (incluyendo las cinco nuevas), ahí tenemos la calificación No.1 del planeta con un puntaje de 8.13. Como nota de interés, este mismo primer lugar lo obtuvimos en el reporte del 2021.
Ahora, centrarse únicamente en la delincuencia limita la perspectiva del panorama del crimen organizado, por lo que se necesita un enfoque equilibrado que también tenga en cuenta la calidad y la eficacia de sus mecanismos de defensa. El reporte le llama a esto “resiliencia”.
Los países pueden tener puntuaciones similares de criminalidad, pero es la forma en que abordan este problema lo que posiblemente importa más. En este índice de resiliencia ocupamos el lugar No.124 (en 2021 éramos el 112) pero aquí la escala es inversa. El país más resiliente, el No.1 es Finlandia.
Las siguientes son las conclusiones más significativas del reporte:
- Los delitos financieros han llegado a la cima como la forma de actividad criminal más extendida y predominante, por delante de los mercados basados en humanos y el crecimiento del comercio de drogas sintéticas.
- La corrupción, especialmente en el sector público, sigue siendo un facilitador del crimen organizado, ya que los criminales continúan permeando todas las esferas del aparato del Estado.
- La criminalidad socava la buena gobernanza y la corrupción inhibe respuestas efectivas, pero la promoción de mecanismos de supervisión y la colaboración con organizaciones de la sociedad civil son claves para construir medidas de resiliencia efectivas y sostenibles.
- La necesidad de una colaboración efectiva tanto entre instituciones estatales como con contrapartes no estatales es esencial para adaptarse a los contextos locales y para implementar marcos de resiliencia que resistan el impacto del crimen organizado.
Para finalizar, después de leer el reporte y volteando a ver nuestro ombligo, me queda claro que la futura administración 2024-2030 no va a poder con el paquete del crimen organizado en México (la presente fracasó, al igual que las dos anteriores) si mantiene el rumbo presente.
Y esto sin importar si gana el oficialismo o la oposición, el gobierno no va a poder solo.
POSTDATA I – Desde octubre quería escribir esta columna, pero simplemente no podía hacerlo derivado de las brutales acciones del (precisamente) maldito crimen organizado en nuestro país que dieron prioridad a otras historias que no podían esperar a ser contadas y analizadas.
POSTDATA II – Les comparto la liga por si les interesa leer el estudio:
https://globalinitiative.net/analysis/ocindex-2023/