"Señor presidente y gobernadores de la Academia, miembros del comité, compañeros, aprobados maestros, mis amigos, mis condiscípulos: en el gran firmamento de generosidad de vuestro país, esta opción particular podrá ser vista por futuras generaciones como mera excentricidad, pero el mero hecho de ella, la prodiga amabilidad humana, deberá ser vista como una hermosa estrella en ese firmamento que brilla sobre mí en este momento, deslumbrándome un poco aunque llenándome con calor y el extraordinario júbilo, la euforia que nos invade a tantos de nosotros, tal y como el primer aliento de majestuoso brillo de una nueva mañana. Desde lo álgido de este momento, en lo solaz, en la amable emoción de mi corazón, en este momento les agradezco este gran regalo que me presta esta parte espléndida, en esta su gloriosa ocasión....Gracias"

- SIR LAURENCE OLIVIER -

En el año 1979, durante LA CEREMONIA, de los Premios ÓSCARS el genial actor Don Cary Grant tuvo el alto honor de entregar y presentar el galardón honorífico por su luminosa trayectoria al mejor histrión inglés en la historia cinematográfica Sir Laurence Olivier. Resumen las notas de la época, el discurso de aceptación (que encabeza esta entrega en su largo epígrafe) con los siguientes antecedentes "El ya inmortal actor británico, al escuchar su nombre, se encamina imponente al micrófono, y díganme Queridas Amigas, Apreciados Amigos, Admirados Lectores, cuándo fue la última vez que escucharon algo así, lo más impactante es como él lo dice, no sólo no resulta cursi, sino resalta tan distinguido y elegante como su persona; propio de otra época, casi a años luz, como su impecable desempeño en el celuloide". Justicia e injusticia o justo e injusto es algo que sucede a menudo con estas cuatro palabras durante las candidaturas, como para variar sucedió en este 2024 en Los Ángeles la noche-tarde del 10 de marzo.

Para el escribidor fue injusto dejar fuera de la premiación tanto a Leonardo DiCaprio, por su insuperable actuación en "Asesinos de la Luna" - que por cierto de las 10 nominaciones no obtuvo ningún galardón - exactamente como sucedió con la maravillosa Margot Robbie por su impecable caracterización de la muñeca, sin embargo luego mujer, llamada sencillamente "Barbie", con 8 nominaciones obteniendo un solo premio, ahí realmente me pareció que la justicia prevaleció por la increíble actuación en vivo de la intérprete Billie Eilish, que nos hizo derramar un par de lagrimas al cantar mágicamente en el escenario la pieza "What Was I Made For?" (traducido básicamente como "Para que fui echo"). Por otra parte resulta igualmente injusto que la pieza interpretada por los pueblos originarios o nativos como les dicen en Norteamérica, de la Gran Nación Osage pasará literalmente desapercibida, opacada tristemente por la actuación fosforescente de "Ken", en un incomparable episodio inesperado de Ryan Gosling, el personaje creado por Mattel, particularmente por la entrañable Doña Ruth Handler.

Me apena un poco escribir que está CEREMONIA en particular no pasará a la historia por los grandes discursos de aceptación como los de antaño que siguen siendo memorables en infinidad de casos, aunque realmente ganó mi favorita - por mucho - la ya mística Emma Stone, por su electrizante papel en "Poor Things", una cinta que si pasara a los grandes anaqueles históricos del 7mo. Arte, por su originalidad, no apta para toda audiencia lo cual en sí, sigue siendo un delicioso debate con mi amada GEMY, que disfruto plenamente. Para concluir, les dejo un par de títulos que seguramente encabezarán la premiación para el próximo año, y que no se las deben perder distinguidos cinefilos si me hacen y se hacen el monumental favor. Las películas, la primera aún en salas de cine que es donde debe verse es "DUNA II", con incandescentes pasajes que asemejan a lo bíblico, por religioso envuelto en magia, visiones oníricas y un largo, larguísimo efecto y afectos por desenmarañar al igual que desentrañar, con un final apocalíptico que vislumbra la tercera entrega de esta saga, sencillamente inimaginable.

La segunda es una verdadera joya cinematográfica que ocurre en medio de la 2da. Guerra Mundial con un Sigmund Freud (Anthony Hopkins) en sus últimos días, debatiendo y aprendiendo con un ilustre profesor, que a la postre lo ilumina con sus fantásticas creencias, cuyas iniciales son C. S. Lewis (Matthew Goode) para algunos creyentes avezados, padre de algunos principios religiosos del que ya les comentaré en una futura entrega, el título de esta verdadera lección de vida fundamental "La Última Sesión de Freud", se puede apreciar desde la tranquilidad del hogar, en NETFLIX, seguramente la apreciarán, obviamente continuará.

Hasta siempre, buen fin.

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