¨Amanecí otra vez
Entre tus brazos
Y desperté llorando
De alegría¨
JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ
Empecé a leer al mexicano don Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaino - como todo el mundo - durante la escuela primaria, junto con el francés don Antoine de Saint-Exupéry: por ¨El Llano en llamas¨ (1953), ¨Pedro Páramo¨ (1955) y ¨El Principito¨ (1943) respectivamente, desde un inicio me enamore de las tres obras, aún sin entenderlas a cabalidad. Hoy que ha transcurrido más de medio siglo, al retomarlas y volver a hurgar en sus páginas hermosas, en su bella prosa, sigo aprendiendo de ellas. Durante el C19, las leí nuevamente y los tres excepcionales libros, a punto de cumplir 60 años, me prepararon para el arribo al 6to piso en abril del 2022, fue algo lleno de añoranza y discernimiento. Todo esto viene a colación, queridas amigas, apreciados amigos, admiradores lectores, por la noticia que leí la madrugada del pasado 16 de octubre, en los medios nacionales, día por cierto, del aniversario luctuoso número 12 del inolvidable maestro, don Miguel Ángel Granados Chapa, a quien le envío hasta la eternidad, mi admiración perenne. La nota que atrajo mi lectura tenía como título ¨La Caponera¨, desbordando de inmediato miles de recuerdos sobre el personaje que interpreta una bellísima doña Lucha Villa (LOS DONES I) con apenas 23 años recién cumplidos, en la recordada cinta ¨El Gallo de Oro¨, para el escribiente la mejor película mexicana de todos los tiempos, cuando menos en su categoría de la representación vernácula. Los entrañables personajes:
Dionisio Pinzón, interpretado espléndidamente por don Ignacio López Tarso (LOS DONES II), Lorenzo Benavides, el gallardo gallero, ejecutado por don Narciso Busquets y particularmente, Bernarda Cutiño ¨La Caponera¨, majestuosa cantante de palenques, resultando este trío amoroso tormentoso, además de místico. A saber del incomparable escritor don Juan Rulfo, solo publicó sus dos grandes obras citadas líneas arriba, y lo que titula esta entrega es producto de su muy bien amueblada cabeza y genealogía, pero que escribió prácticamente como un cuento que terminó como guión, que no sería realmente publicada hasta su fallecimiento, en medio de un manuscrito de cuentos, que titulo precisamente ¨El Gallo de Oro¨. El porqué dentro de la simplicidad plástica e ilustrativa de la película resulta tan atractiva como entretenida, francamente consideró que las características y la cimentación de los personajes resulta tan natural, que uno se encanta enganchándose con cada uno de ellos y ella, para finalmente terminar adorándolos.
Parte de la magia, seguramente descansa en el trabajo de adaptación realizado por dos grandes genios: el Nobel colombiano don Gabriel García Márquez y nuestro titán de las letras don Carlos Fuentes, guiados por la experimentada mano y la dirección del realizador don Roberto Gavaldón, además de miles de brillantes detalles que resultan únicos, les dejo un par para explicarme a continuación con algo de ¨cotilleo¨, como dicen los españoles al chisme.
Difícil precisar la verdad para separarla de la leyenda, pero se comentaba que por esas fechas el fosforescente compositor nacido en Guanajuato, cuyas iniciales eran don José Alfredo Jiménez, aún casado, se enamoró perdidamente de la señora Villa, a la que inspirado le obsequió varias piezas melódicas para que las estrenará durante la filmación, algunas se convertirían en clásicos de inmediato, sin embargo, es ¨Amanecí otra vez¨, la que trascendería históricamente, convirtiéndose en mi favorita (con la que algún día me van a enterrar) al igual como seguramente lo es de millones de nuestros paisanos, ese es el verdadero, sólido y único amor, por cierto, no pasa un solo día, sin que se la cante a mi amada GEMY. Ya para terminar esta columna, que para variar ya se alargó, les comento a donde voy con tantas letras de mi lectura sobre ¨La Caponera¨.
Resulta, resaltó y relató que en este otoño que no acaba de llegar, se estrenará una serie de televisión con ese título, que interpretará la permanentemente esplendorosa cantante y actriz Mexicana Lucerito, a sus rozagantes 54 primaveras, la seguiré con gran ilusión, particularmente con mayor curiosidad de observar al detalle a quienes interpretarán a los ya inmortales, don Ignacio López Tarso y don Narciso Busquets, sobre todo para escuchar mi canción favorita, una vez más. Por favor no nos la perdamos, me despido con sentido agradecimiento por el honor de su atención, que tanto les aprecio.
Hasta siempre, buen fin.