¨El pesimismo es un lujo, que un judío
Nunca se puede permitir .¨
- GOLDA MEIR -
La presencia del Embajador Israelita Don Ido Aharoni Aronoff, (21 agosto 1962, Tel Aviv-Yaffo) es imponente y su elocuencia es realmente apabullante. Nos quedamos en la columna anterior con su nombre, con el que cerramos la colaboración semanal, enseguida les comparto mi (nuestra) aleccionadora conversación con él y su mística como grandiosa disertación a finales del pasado mes de noviembre (en la añoranza apuntaré el porqué del cambio en el título de esta serie, que va en la 5ta. entrega) del recién concluido 2023. El encuentro de esa luminosa mañana de otoño, se celebró exactamente a las 10:00 Hrs., del domingo 19 del onceavo mes del año, en las preciosas instalaciones del histórico Hotel U.S. GRANT, en pleno corazón de San Diego, CA. En los Estados Unidos de Norteamérica. La atenta invitación, para la selecta audiencia llegó por el amable conducto del señor Don José Galicot Behar, quizá el más visible (es imposible no verlo y reconocerlo) connotado líder de la Comunidad Israelita de la región CALI-BAJA (para quienes no están familiarizados con el término, es el acrónimo con el que bautizamos a esta zona los que vivimos entre dos comunidades legendariamente entrelazadas como son Baja California, en nuestro País y el Estado de California en La Unión Americana). La mayoría de los convocados eran los distinguidos integrantes de la Comunidad Judía, con algunas honrosas excepciones de origen religioso como el que teclea (Católico, Apostólico, y Romano - pecador promedio -) y el que probablemente sea el empresario más sabio de los últimos 90 años que habita en nuestra maravillosa frontera, cuyas iniciales son las de Don Gaston
Luken Aguilar (a quien desde hace años de cariño le digo Apá, y miren que tengo al mejor del mundo, mi adorado Papá que acaba de cumplir apenas 87 años, Don Carlos F. Mora Q. El pasado 18 de diciembre, por la gracia de mi Dios Padre). El número de asistentes superaba por poco las dos docenas de comensales al fresco como grato desayuno tipo americano. Cuando ingresó al salón el Diplomático Israelita entro gritando el nombre de su anfitrión con su poderosa voz y un marcado acento que me hizo de inmediato recordar al incomparable e inolvidable Secretario de Estado Don Henry Kissinger, que recién falleció a los 100 años. Después de darle un apretado abrazo a Don José Galicot, el primero en abordarlo fue su servidor, preguntándole como se pronuncia su nombre completo, lo que hizo que se desprendiera de su anfitrión para acercarse y darme igualmente un abrazo con un fuerte apretón de manos. No, no voy a colmarlos con información que diariamente reciben desde el día 7 de octubre que inició la tragedia en la Franja de Gaza, que triste y trágicamente nos compartió el formidable Embajador, no exento de dolor, lo que sinceramente deseo de todo corazón es que más allá de tomar partido, conozcan un poco la trayectoria de este ser humano excepcional sin dejar de lado que quienes me hacen el altísimo honor de leerme, les ruego para que no dejen de rezar diariamente porque se logre La Paz en el Medio Oriente, además por supuesto, La Paz Universal, en todo el Mundo. Don Ido Aharoni Aronoff, desarrolló toda su carrera Diplomática en la Unión Americana, durante la última década del siglo pasado, laboró intensamente en El Consulado General de su País, en Los Ángeles, CA. Imaginen el nivel, siendo los Reyes de la Meca del Cine los miembros de la Comunidad de su Nación, donde tienen una gran influencia en la zona, por ende su trabajo resultó muy aleccionador por su magnífico resultado. Por otra parte, durante más de 6 años, hasta el año 2016, fue el titular del Consulado General de su País en Nueva York, calculen Queridas Amigas, Apreciados Amigos, Admirados Lectores, el tamaño de su esfera de acercamientos y reconocimientos con liderazgos de su comunidad en la Capital Mundial de la Economía, entre los Bancos Principales del Planeta y la Casa de Bolsa en Wall Street. Termino brevemente con la parte discursiva
que nos regaló esa mañanera dominguera, su actuación fue impresionante, francamente conmovedora, lo mismo que enfática e ilustrativa, la aclamación que recibió al final fue entusiastamente atronadora, no era para menos, después de hacernos llorar, para entender la enorme desolación que nos espera a la humanidad, de no lograr que prevalezcan la razón, la justicia, la tranquilidad, el orden y la armonía, oremos todas y todas por favor, porque así sea, por el bien de las hermanas y hermanos de nuestra bendita tierra.
Añoranza:
Cuando inicie esta serie con el título de “Noviembre de Diplomacia”, calcule que serían máximo dos o tres partes, en esta colaboración cambió al título más corto a “Diplomacia”, porque observó con gran ilusión la posibilidad de publicar un nuevo libro sobre el tema a finales de este año que recién empezó, tengo material e información abundante al respecto que he ido acumulando, por tantos personajes tan fascinantes que habitan ese universo, a los que he tenido el monumental privilegio de conocer, tratar y admirar, varones y damas de excepción a los que deseo honrar, como lo merecen, por sus grandes servicios a sus distintas PATRIAS Y MATRIAS.
Hasta siempre, buen fin.