El 9 de noviembre de 2014 Aristegui Noticias en una investigación especial divulgó que Angélica Rivera, esposa del presidente Peña Nieto, poseía una casa en las Lomas de la Ciudad de México con un valor de 7 millones de dólares.

El pasado jueves 27 de enero por la noche se divulgó el reportaje de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Latinus sobre las dos casas con un valor comercial de más de un millón de dólares en Houston en las que vive José Ramón López Beltrán, hijo del presidente, quien está casado con Carolyn Adams. Aristegui en vivo lo reprodujo el viernes por la mañana.

Supuestamente, la llamada Casa Blanca de Angélica Rivera había sido construida a su gusto por Grupo Higa, una de las empresas que ganó la licitación del tren México-Querétaro y era la preferida del gobernador Peña Nieto.

Según la investigación de MCCI, uno de los inmuebles está relacionado con PEMEX, que fue el domicilio del hijo del presidente durante 2019-2020 y le pertenecía a Keith L. Schilling, un alto ejecutivo de Baker Huges, quien firmó un contrato con la empresa productiva del Estado por 85 millones de dólares.

La oficina de la presidencia de EPN se negó a dar información sobre los bienes patrimoniales del titular del Ejecutivo, por ser información confidencial, pero después de que se conoció la existencia de la Casa Blanca, el Estado Mayor, en respuesta a una solicitud de transparencia, informó que la residencia ubicada en Sierra Gorda 150 era ocupada por la familia del presidente y que el inmueble estaba a nombre del Grupo Higa.

El presidente AMLO justificó el estilo de vida de su hijo en una mañanera, después de la difusión del reportaje, con el argumento de que “no todo el que tiene (dinero) es malvado”, y añadió que José Ramón no era servidor público, lo que contradice a las crónicas políticas que lo ubican como un impulsor de sus amigos para que se incorporen al equipo de trabajo de su padre. Nada dijo del baile de su hijo menor Jesús Ernesto al borde de la alberca de la casa de Houston, difundido en redes sociales, del que puede inferir que el presidente conoce y aprueba el alejamiento de su familia de la austeridad republicana que él pregona.

Angélica Rivera detonó la investigación de la Casa Blanca- con una entrevista que concedió a la Revista Hola en 2013 sobre su estilo de vida en la que posó con sus hijas en el inmueble “descubierto por los reporteros” y además el arquitecto Aragonés confirmó en una entrevista televisiva que él era el diseñador de esa lujosa residencia.

Carolyn Adams, esposa de Jose Ramón López Beltrán, atrajo la atención sobre su lujosa vida con las constantes publicaciones en las redes de sus vacaciones en un lugar turístico exclusivo, en Aspen, Colorado, y sus viajes que puntualmente “reporteaba” en Instagram a Dubai, Turquía, Francia, Londres, Italia, España, Bahamas y otros más. Además, fue cabildera de la British Petroleum, en Estados Unidos.

La esposa del presidente EPN aseguró que era la propietaria de la Casa Blanca y del inmueble contiguo, el cual había adquirido con el producto de 25 años de trabajo en Televisa y un ventajoso convenio de retiro de las pantallas durante 5 años. Pocos le creyeron.

El presidente AMLO justificó el estilo de vida de su hijo con la frase “parece que la esposa tiene dinero”.

En realidad, las relaciones privadas del presidente y su familia no debiera ser asunto público, salvo que se involucren recursos públicos o haya un conflicto de intereses. En ambos casos, hay la sospecha de tráfico de influencias y esto debe ser investigado. No fue suficiente en 2014 que la explicación de la “Gaviota” y hoy tampoco lo es que el presidente explique la situación escudándose en la riqueza de su nuera.

¿Hay elementos para cuestionar la honestidad de López Obrador? En realidad no hay ninguna prueba que lo vincule a él con tráfico de influencias, pero utilizar a la nuera para justificar al hijo es una estrategia similar a la de EPN, quien mandó a la esposa a exponerse a los medios de comunicación, quien por lo menos pidió perdón a los mexicanos por la indignación que había causado.

José Ramón López Beltrán contestó indirectamente con soberbia y retuiteó el mensaje siguiente: “Cientos, me atrevería a decir miles, de hijos de políticos, funcionarios, líderes sindicales y expresidentes que viven en casas de lujo y encontraron al único que no la obtuvo con recursos públicos. Eso es talento ”. Por lo menos pónganse de acuerdo: ¿La casa de Houston es de la esposa o se pagó con el talento del chocolatero tabasqueño?

Investigador del Instituto Mexicano de Estudios
Estratégicos de Seguridad y Defensa Nacionales
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