Los elefantes reumáticos del presidente

Con motivo de la conmemoración Día de las Naciones Unidas para la Administración Pública, el Movimiento Juvenil de Participación Política, organizó en el Senado de la República, el foro: “Administración Pública en México: Retos y Oportunidades de su Gestión en el Siglo XXI”, con el apoyo de la coordinación del PRD y el Senador Miguel Angel Mancera.

Este acto académico es significativo en la medida que, según las cifras del INEGI publicadas a propósito de esta fecha, “en 2020, laboraron 5 045 550 personas en la administración pública (AP) federal, estatal y municipal. De este universo, 21.3 % trabajó en el ámbito municipal, 47.3 %, en el estatal y 31.4 %, en el federal. De 2010 a 2020 se registró un incremento sostenido del personal de la AP municipal … (la) estatal y después de ocho años de aumento, en 2020 hubo una disminución de 7.2 % respecto a 2019. Las cifras del personal de la AP federal no presentaron cambios significativos desde 2016.… el presupuesto público ejercido por los tres órdenes de gobierno ascendió a 5 746 519.97 millones de pesos…” con una disminución del estatal en más 20 por ciento de 2018-2020.

Desde el comienzo de su gestión el presidente López Obrador ha calificado a la administración pública a su cargo como un elefante reumático y mañoso. Dentro de la narrativa mañanera y como una forma de elusión de explicación a la falta de resultados de su gobierno y a los fracasos de sus ocurrencias (como la desaparición del seguro popular y su sustitución por el INSABI que expulsó de la atención médica a más de 16 millones de habitantes) culpa a los servidores públicos que le “llevan el cuento de la ley” para no plegarse a sus instrucciones.

El 21 de noviembre, en una gira por Oaxaca, el presidente declaró que ya estaba moviendo al elefante con base en acuerdos como aquel que ordenó a la administración pública a emitir permisos provisionales por 12 meses en cinco días para que los obras de infraestructura, como el tren maya, pudieran continuar al margen de la ley, lo que ocasionó que los jueces otorgaran suspensiones definitivas por la falta de las autorizaciones correspondientes por la afectación del medio ambiente, entre otras cuestiones. Entones, el poder judicial, salvo su subordinado el ministro Zaldivar, fue calificado de ser también un elefante reumático y mañoso.

Contrariamente al mensaje presidencial, que es el jefe de la Administración Pública Federal, el propósito de la declaratoria de las naciones unidas, esta organización mundial alienta a los Estados Miembros a organizar en esta fecha actos especiales para poner de relieve la contribución de la administración pública en el proceso del desarrollo sostenible e incluyente con base en sus objetivos (ODS) para el 2020-2030.

Las administraciones públicas de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como los órganos constitucionales autónomos y entidades semi-gubernamentales son instrumentos del Estado para la consecución de sus fines en sociedades complejas como son las plurales, globalizadas y democráticas. La gestión púbica, tanto gubernamental como no gubernamental, incluyendo la llevada a cabo por los particulares, está sujeta al deber de orientarse hacia el bienestar individual y colectivo de las personas con base en los principios políticos de la gobernanza, la transparencia y la rendición de cuentas. El empleo público representa el 20 % del empleo formal total y gasta alrededor del 20 % del PIB.

La administración pública como función, también es un objeto de estudio, cuyo enfoque se modifica radicalmente con el advenimiento del Estado constitucional de derecho en la que el gobierno pierde la centralidad y exclusividad en la determinación del interés general y con base en políticas públicas que incorpore el diagnóstico, la visión y el esfuerzo de la participación ciudadana y la intervención de la sociedad civil organizada. En este sentido, hay un conocimiento técnico-especializado que debe considerarse en la toma de decisiones y que éste suele contenerse en las administraciones públicas que se expresan a través de talento humano profesionalizado.

Finalmente, la función pública como actividad que llevan a cabo las personas servidoras públicas es un compromiso de vida que atrae a los jóvenes universitarios de cualquier disciplina y exige una ética y la internalización de los valores de austeridad, moderación, honradez, eficiencia, eficacia, economía, transparencia, racionalidad y rendición de cuentas, que están consignados como el fundamento del derecho a la buena administración en la Constitución de la Ciudad de México.

Las Naciones Unidas reconoce la importancia que reviste el empeño de los gobiernos por promover la participación del público en la gobernanza y los procesos de desarrollo sustentable e incluyente y ese reconocimiento es lo que justifica la declaración del 23 de junio como el día de la Administración Pública.

En este contexto, extraña que sea un discurso recurrente llamar a la Administración Pública Federal un elefante reumático y mañoso y que no haya ningún acto conmemorativo de las instancias superiores del Poder Ejecutivo que hagan eco a este esfuerzo de las Naciones Unidas. Por esto destaca el acto académico realizado en el Senado. Vale.