El Universal informó que “este martes, el Gobierno de México abrió la plataforma mivacuna.salug.gob.mx para comenzar con el registro de adultos mayores de 60 años para que puedan acceder a la vacuna contra Covid-19. Tras anunciar el apertura del registro, usuarios de redes sociales señalaron que la plataforma no abre y presenta fallas” (02-02-20).
Ante la inminente aprobación de la vacuna Sputnik V, el Subsecretario López-Gatell decidió acelerar el paso en el proceso de vacunación y dar un golpe mediático iniciando con el registro para distribuir mejor, según él, las cargas de trabajo en el programa de vacunación. Sin embargo, las prisas provocaron el efecto contrario y la Secretaría de Salud mostró desorganización e ineficacia a cientos de miles de personas que no pudieron inscribirse.
El bloqueo y la intermitencia de la página, el subsecretario lo tomó con un optimismo ofensivo. Destacó que las personas estaban interesadas en registrarse, lo que es obvio ante la grave situación que se padece de contagios y muertes, y afirmó que por la alta demanda (miles de solicitudes) se colapsó la plataforma por “estrés” e informó que los problemas técnicos estaban atendiéndose en las áreas de política digital en la Presidencia y de tecnología de salud. Además, minimizó el problema, que él redujo a una cuestión de direccionamiento.
En un dictamen sobre el malfuncionamiento de la plataforma, realizado por la empresa ESZ, Smart Solutions, con base en tres consultas efectuadas el día 03 de febrero, se concluye que “los elementos dentro de la de la plataforma https://mivacuna.salud.gob.mx … se encuentran lejanos a una buena práctica de desarrollo tecnológico”.
En esa opinión técnica, emitida con base en las alertas de error que arroja la plataforma cuando niega el registro al solicitante, se detectaron errores en el diseño de la arquitectura de la información, un apresuramiento en la liberación de la plataforma por la falta de pruebas en situaciones simuladas, así como una segmentación en los procesos de desarrollo del sitio. No hay una buena definición de los alcances de los usuarios y conduce a “callejones sin salida” informáticas.
Para los expertos, la plataforma tiene carencias en los procesos de gerenciamiento de la solución y el diseño de los requerimientos, lo que ha provocado cambios constantes en las versiones de la plataforma y que se encuentre en constante actualización. En palabras llanas, quien solicitó su liberación, presionado por el oportunismo político, no tiene la idea correcta o definitiva de cómo y quién llevará a cabo el proceso de ubicación de los adultos mayores.
Las alertas muestran que la plataforma tiene problemas de registro y alojamiento de la información con procesos muy pesados que agotan el tiempo de procesamiento en el servidor. Además, la llave de entrada al registro, que es la CURP, no está vinculada con el RENAPO, y no hay un proceso de validación que evite la introducción de información incorrecta a quien la captura.
Una muy mala práctica en la que incurren los desarrolladores de la plataforma es que el código fuente de la página se encuentra expuesto, incluyendo el JavaScript, lo que significa que cualquiera puede acceder a las distintas capas o servidores y enviar miles de solicitudes de registro a través de bots y provocar el colapso de la plataforma. No hay una construcción eficiente que garantice la seguridad de los datos registrados, ni impida el acceso a la base.
La “caída del sistema” no es una mera cuestión de direccionamiento y está vinculada con la estrategia clientelar del programa de vacunación. Por ejemplo, la forma de contactar al grupo poblacional de la primera etapa, adultos mayores de 60 años o más, es un número telefónico, que requiere de un ejército de personas asignando citas manualmente con una alta probabilidad de error y la eficiencia de confirmación de la asistencia por este medio es muy baja.
Una mayor planeación hubiera sido deseable en un programa tan importante para la salud de la población y la reactivación de la economía. No era necesario el apresuramiento en la liberación de una plataforma sin los requisitos mínimos para operar correctamente el flujo masivo de información y registros abiertos a la captura de millones de personas.
Este oportunismo político que hace a un lado las buenas prácticas en la arquitectura de la información puede resultar contraproducente y, en lugar de reducir los plazos de operación, la permanente revisión de la plataforma genere más retrasos. Esto no es conveniente para nadie. La improvisación técnica puede generar desconfianza en el proceso de vacunación. También hay un problema de austeridad mal entendida en la adquisición de software, pero eso será tema de mi siguiente colaboración.
Socio director de Sideris, Consultoría Legal
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