“El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó se le entregará (el avión TP01) a la empresa militar Olmeca-Maya- Mexica para que lo rente en bodas, 15 años o viajes de negocios y con ello se pueda pagar su mantenimiento” (El Universal, 28-03-22). Esta noticia refleja los elementos esenciales del paradigma de gobierno de la autollamada 4T. También hay que recordar que el 31 de julio, según el presidente, le ofreció a Delta el “negocio” de la renta para eventos sociales de la aeronave.

¿Por qué no se ha vendido el avión TPO1? Una es la narrativa oficialista “No se ha podido vender porque lo hicieron muy extravagante y está hecho a la medida y darle otro uso, reconvertirlo para 240 asientos, ahora tiene 80, ya no es posible, hasta técnicamente es complicado por el material que tiene.” Otra es la realidad financiera administrativa -los otros datos de quienes si saben y los posibles compradores- y consiste en que es un avión en poder del gobierno por un arrendamiento financiero, que legalmente no se puede enajenar y que el costo de dar por terminado el contrato sería muy oneroso para la hacienda pública.

¿Cuál es el ahorro presupuestal por el abandono de TP01 en un hangar en lugar de utilizarlo para transportar al presidente? Según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al TPO1 en 2022 se asignaron más de trescientos millones de pesos más los gastos de operación y mantenimiento. Estos montos sumados a las erogaciones de los traslados presidenciales y su comitiva cuestionan la decisión de mantenerlo parado. La narrativa presidencial es distinta “Si el avión se mantiene parado y se le da mantenimiento de todas maneras lo que nos ahorramos es muchísimo [...] Un día vamos a sacar cuentas de lo que nos hemos ahorrado sin usar el avión presidencial” (Infovae, 31-03-22). Esto demuestra que no hay rendición de cuentas sobre este asunto ya que, en este momento, no hay un comparativo que sirva para tomar una decisión con racionalidad administrativa.

¿Por qué el tema del avión es recurrente? Porque es un discurso que gusta a los seguidores del presidente y una muestra -paradójicamente- su inclinación hacia un gobierno austero, pero que gasta más por cuestiones ideológicas o de posicionamiento electorero frente a sus adversarios y porque la oposición lo utiliza recurrentemente para acusar de irracionales financieras y económicas las decisiones del gobierno. Este es un tema que nos acompañará hasta el fin del sexenio y después será motivo de investigaciones para determinar responsabilidades administrativas vinculadas con la decisión de no usarlo, con la fallida rifa y las eventuales rentas para bodas o XV años.

El modelo de manejo errático del avión presidencial se reproduce en las acciones de este gobierno en forma preocupante.

Por ejemplo, el rediseño del sistema de salud, cuyo principal argumento fueron las corruptelas del pasado, sin hacer un diagnóstico objetivo de avances e insuficiencias, fortalezas y oportunidades y debilidades y amenazas y que fue llevado a cabo con las cifras y narrativa del presidente en contra de la opinión de los expertos nacionales e internacionales, sólo condujo a la creación del INSABI que es una estructura burocrática , pequeña pero ineficiente, y al aumento dramático de la falta de acceso a la atención médica a un 16% menos de la población y a la necesidad de que el IMSS-Bienestar entrara al rescate.

La superficialidad y oportunismo político de las acciones de gobierno son la tónica de la actuación del gobierno de la autollamada 4T que no resisten un análisis profundo con base en preguntas esenciales:

¿Se lograron el objetivo y las metas planteadas?

¿La estrategia fue eficiente y racional económicamente?

¿Hay transparencia y rendición de cuentas que confirme la narrativa gubernamental?

¿Cuál es la proyección a futuro de la acción?

La venta, rifa y ahora renta del avión TP01 y la crítica de la opinión pública (que si no fuera trágico, sería cómico) es el guión de muchas de las acciones en sectores energético, telecomunicaciones, inversión en infraestructura, manejo de la pandemia, relaciones internacionales y un largo etcétera. En algunos casos habrá oportunidad de diseñar una estrategia de rescate, pero en otros nos tendremos que conformar con una narrativa política como la que ahora nos propone el presidente de utilizar la lujosa aeronave en eventos sociales como bodas y XV años.

Investigador del Instituto Mexicano de Estudios
Estratégicos de Seguridad y Defensa Nacionales
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