La aritmética no es, claramente, la materia que aprobaría el Palacio Nacional, a la luz de la malinterpretación que se ha hecho de los últimos datos que ha publicado el Inegi sobre el producto interno bruto (PIB). El error proviene, al parecer, de hacer multiplicaciones apresuradas en el caso de los porcentajes.

Si uno tiene 100 pesos en la bolsa y el siguiente día se reduce la cifra en 50% y el tercer día vuelve a crecer en un 50%, algunos pensarían que uno volvería a tener 100 pesos. Aunque desgraciadamente no es así: los 100 pesos originales se reducen a 50 pesos en el segundo día (100[1-0.5]), pero, tras el crecimiento de 50%, en el tercer día el monto sólo crece a 75 pesos (50x[1+0.5]).

Un error aritmético similar hizo, al parecer, que el gobierno diera mal su información en días pasados. En efecto, el presidente proclamó que el reciente rebote del PIB, de 12% en el tercer trimestre del año respecto al segundo trimestre, indicaba que ya estábamos saliendo de la crisis por la pandemia. Nada más lejos de la verdad. Para empezar se tiene que tomar en cuenta lo dicho en el párrafo anterior. Para continuar, la caída del segundo trimestre respecto al primero fue -17.1%, no -12%. Y para finalizar, la economía ya estaba contrayéndose antes de la pandemia: el PIB en el primer trimestre de este año cayó -1.2% respecto al último del año pasado.

Si el gobierno hubiera querido una cifra un tanto más cercana a la realidad, y sin temor a equivocarse en la aritmética, bien pudo haber elegido un segundo porcentaje que también dio el Inegi: -8.6%. Ésta fue la contracción que tuvo el PIB del tercer trimestre de 2020 comparado con el PIB obtenido en el tercer trimestre de 2019. Esto da una idea mejor de la magnitud del problema en el que seguimos estando.

Pero hay un tercer porcentaje más informativo que el Inegi también publica. La clave reside en comparar la producción agregada, la que se tuvo durante los primeros tres trimestres de los dos años consecutivos. Esto es, se compara la producción que logró tenerse de enero a septiembre de 2019 con la que se tuvo de enero a septiembre de este año. Por desgracia, la caída así calculada ha sido del orden de -9.8%, una contracción de casi diez por ciento.

Esa caída estrepitosa da cuenta de la grave situación económica en que siguen encontrándose millones de mexicanos. Pero además sugiere que se avecina un problema fiscal el año que entra. En efecto, en la elaboración de la Ley de Ingresos 2021, ya aprobada por el Congreso, el gobierno estimó de manera muy optimista que la caída en 2020 sería del orden de -8% (un porcentaje que aquí se criticó en su momento).

Esa estimación es errónea. Para poder lograr “tan solo” esa caída, la producción en este último trimestre debería ser casi la misma, dos por ciento menos, a la que se tuvo el último trimestre del año pasado antes de la crisis. Así pues, el presupuesto que se podrá ejercer en 2021 será mucho menor al que pronto aprobarán los diputados en la Cámara.

Profesor del Tecnológico de Monterrey

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