El gobierno federal lo festejó públicamente. Resulta que, de acuerdo a la última edición del Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, México ya mejoró ocho lugares en el escalafón mundial. Bueno, pues no es poca cosa, quizás piense uno de entrada. Pero nada más que hay dos pequeños detalles. La calificación de México subió apenas un punto, de 28 a 29 puntos entre 100 posibles. El otro detalle es que el país ocupa, tras esa mejora marginal en su calificación, el lugar 130 entre 183 países. En nivel de corrupción está de hecho empatado con Guinea, Laos, Maldivas, Mali y Togo, así como con Myanmar, antes llamada Birmania, la nación que acaba de sufrir un Golpe de Estado.
Pasando a otro tema, la manera como los países han enfrentado la reciente pandemia es un asunto al que se han dedicado muchas páginas en los periódicos del mundo. Bloomberg, la compañía estadounidense de finanzas, ya publica mensualmente un “índice de resilencia ante el Covid”. Su objetivo es señalar “los mejores lugares para vivir en la era del coronavirus”. En su tabla de clasificación mundial correspondiente a enero, México ocupa el lugar 53 entre 53 países. También estuvo en la cola en las tablas de diciembre y noviembre, el mes cuando inició la clasificación.
El Lowy Institute, una organización no gubernamental australiana, acaba de publicar también su propio índice del desempeño que han tenido 98 países ante la pandemia. La buena noticia es que México no está en la cola de esa tabla, sino Brasil. La mala es que México ocupa la posición 97, el penúltimo lugar. De 100 puntos posibles solo hubo tres países que no llegaron ni siquiera a los diez puntos: Brasil (4.3), México (6.5) y Colombia (7.7). La siguiente calificación más baja fue la de Irán (15.9).
Tocando otro asunto más, hace unos días The Economist, el afamado semanario británico, publicó su “índice de democracia 2020” para nada menos que 167 países. En su tabla de clasificación los países son divididos en cuatro subgrupos: democracias plenas (23), democracias defectuosas (52), regímenes híbridos (35) y regímenes autoritarios (57).
México se encuentra en el segundo subgrupo, en el de las “democracias defectuosas”, según el semanario británico. Esto debido a que, aun cuando en nuestro país hay elecciones libres y se respetan las libertades civiles básicas, subsisten debilidades institucionales significativas, como son el problema de la gobernabilidad, una cultura política subdesarrollada y bajos niveles de participación política. Pasando a la clasificación misma, sin contar a los países que no son democráticos México ocupa en la tabla el lugar 72 entre 75 naciones. Al menos no ocupa el último, penúltimo o antepenúltimo lugar.
Un dato que es también interesante es la evolución que ha tenido el índice de la democracia en México a lo largo de los años, siempre de acuerdo al Economist. En 2006, de un puntaje total de 10 puntos posibles, México obtuvo 6.67 puntos. En los años subsiguientes el valor del índice para nuestro país se incrementó ligeramente, hasta llegar a los 6.93 puntos en el año 2012. Pero comenzó a caer desde entonces hasta llegar a 6.19 en 2018. Finalmente, ya para el año 2020 el valor del índice había caído hasta los 6.07 puntos.
Profesor del Tecnológico de Monterrey