En el nuevo libro de Andrés Manuel López Obrador,A la mitad del camino”, son muchas las equivocaciones, las omisiones y, de plano, las falacias. Sería una gran tarea desmentir todo lo que él deja por escrito en su última obra, pero en este espacio se refutarán al menos cuatro de sus falacias económicas más obvias.

1. “Después de un largo periodo de política neoliberal, reiniciamos la ejecución de obras de infraestructura con inversión pública”. Muy al contrario, en términos del producto interno bruto, la inversión pública actual es menor a la que se dio no ayer ni antier ni antes de ayer, sino desde hace años, desde lo que va del siglo.

2. “En estos últimos tiempos han crecido como nunca las aportaciones que realizan nuestros paisanos migrantes a sus familiares en México”. Es cierto que las remesas han crecido “como nunca”, pero no por el éxito de este gobierno sino por, justo al revés, su rotundo fracaso. Hoy nuestros compatriotas en el exterior tienen que verter sangre, sudor y lágrimas para ayudar a sus familias que viven en México. Nadie debería poder lucrar con esa tragedia humana.

3. “En plena crisis sanitaria y económica, sostuvimos que la recuperación se lograría en forma de ‘V’ [...] Afortunadamente, así está sucediendo”. A la mejor no se acuerda López Obrador de lo que aprendió en sus años infantiles; en particular, de cuál es la forma de la ‘V’. Por si no lo recuerda, la ‘v’ labiodental, la ‘v’ de vaca, se escribe con dos diagonales inclinadas que bajan y suben de manera inmediata. Ahora bien, para desgracia de los mexicanos, después de año y medio no hemos vuelto, ni siquiera, a donde estábamos antes de la pandemia. Esa ‘V’ nunca se dio, sino más bien una ‘U’ con un piso largo, muy largo, que ya se remontó parcialmente.

4. “Nueva meta de 2% anual en el sexenio”. Desde hace varios años, cuando era el líder de la inefable cuatroté y después, cuando ya era presidente electo, López Obrador subrayaba que durante su sexenio la meta anual de crecimiento del PIB sería del orden de 4%. Bueno, pues en su nuevo libro ya se echó para atrás; de manera un tanto soterrada, casi a escondidas, ya anunció que será un mero 2% en su administración. La buena noticia es que este porcentaje se aproxima más a lo que en verdad podría ocurrir, lo cual sería malo para el país, pero al menos muestra que al presidente lo están medianamente informando de la situación económica.

Aunque la mala noticia es que, a juzgar por las políticas gubernamentales actuales, ese magro crecimiento del 2% anual durante el sexenio parecería, aún así, muy difícil de alcanzar. Las cuentas simplemente no parecerían cuadrar. Suponiendo un rebote, porque no es otra cosa, del 6.2% en 2021, el PIB a fines de este año seguirá abajo, en términos reales, del que heredó López Obrador en 2018. Así pues, para poder lograr esa nueva y pequeña meta se requerirá en cada uno de los siguientes tres años (2022-2024) crecer a tasas anuales del cinco por ciento o más. Dada la incapacidad que ha mostrado este gobierno en materia económica, más vale perder la esperanza al respecto.

Profesor del Tecnológico de Monterrey

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