El fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, estaba reunido en Xalapa con la familia Chedraui, conocidos empresarios mexicanos, cuando recibió la llamada de uno de sus colaboradores: Señor, lo acaban de destituir.

Era el 3 de septiembre de este año. Y lo que no sabía el fiscal General de Veracruz es que había sido relevado del cargo por votación de la Comisión Permanente del Congreso de ese estado, que nombró en su lugar a Verónica Hernández Giadans, en un proceso que fue cuestionado por la oposición a Morena.

Su escolta tenía la instrucción de su nueva jefa de retirarse de la custodia de Winckler, quitarle el celular y llevarse el automóvil blindado. Así lo hicieron.

En un instante, Winckler pasó de tener todo el aparato de la Fiscalía veracruzana a estar solo, a pie y sin teléfono. Caminó hasta un Oxxo que le quedaba cerca, compró un celular y llamó a su esposa: ella le comentó que también le habían quitado la protección. Jorge Winckler le dijo que se cuidara, que no saliera, que tenía muchos enemigos a los que había metido a la cárcel, que podrían aprovechar esta vulnerabilidad para hacerles daño.

La segunda llamada fue a un amigo suyo que le prestó coche y chofer para huir de Xalapa.

Un día antes, el lunes 2 de septiembre, el fiscal Winckler, impulsado por la administración panista de Miguel Ángel Yunes, y el gobernador morenista Cuitláhuac García, se habían reunido en Xalapa para hablar de la inseguridad del estado. Acordaron respetarse y coordinarse.

Ese encuentro –a la postre resultó histórico– entre los dos acérrimos rivales sucedió fruto de una entrevista que les hice el jueves inmediato anterior, 29 de agosto, en W Radio: teniendo en la línea al gobernador, entró también al aire el fiscal, hablaron entre ellos y quedaron de verse el lunes por el bien de los veracruzanos que padecen niveles brutales de inseguridad. El lunes se vieron y el martes Winckler fue destituido. Tres semanas después se giró una orden de aprehensión contra el exfiscal y éste se encuentra escondido.

Todo esto me lo relatan distintas fuentes cercanas al asunto, que está lejos de ser el último capítulo de una batalla épica. Tres personajes de Veracruz, estado de primera importancia político-electoral en el país, han estado activos, en público y sin signos de deseo de rendirse. Y los tres se han sentado en la misma silla: Javier Duarte, Miguel Ángel Yunes y Cuitláhuac García, por orden de mandato.

SACIAMORBOS

Inusual “notificación” de la Secretaría de la Función Pública, Unidad de Responsabilidades en Petróleos Mexicanos, en la que nos solicita colaborar y entregar “en un lapso de 7 días hábiles, copia certificada de toda la documentación, así como audios, videos y/o videograbaciones” que tengamos, relacionados con las notas “Moches en Pemex pagaron campaña de Peña Nieto”, publicada en este diario, y “Operación Saqueo” que presentamos en W Radio, para llevar a cabo la “integración de la investigación”. Curioso que cuando revelamos las propiedades Bartlett no llegó oficio, solicitud de colaboración ni emplazamiento.

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