Los dos grupos se han mandado el mismo mensaje: esto no ha terminado. Lo que sigue está pintado de sangre para la Ciudad de México.
Desde su cama del hospital en la que se recupera del atentado del que fue víctima el viernes, el secretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país, Omar García Harfuch, ha publicado dos fotografías. Una con su jefa, la gobernante de la ciudad Claudia Sheinbaum. Y otra con Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y, según ha publicado EL UNIVERSAL, parte de la lista de “objetivos” del cártel Jalisco Nueva Generación. En ambas imágenes, García Harfuch posa sonriente, con el gesto tranquilo y luce sano. En la segunda, como no queriendo, aparece en un rincón, atrás de ambos funcionarios, el equipo de guerra.
No pueden considerarse casualidades. El jefe policiaco de la capital del país está mandado un mensaje a los criminales que buscaron asesinarlo: no me duró el ataque, y estoy alistándome para ir por ustedes.
Del otro lado, fuentes del gobierno federal me confirman que los cuerpos de inteligencia han recibido mensajes del Cártel Jalisco Nueva Generación: no lo vamos a perdonar.
En resumen, de los dos lados hay apetito de guerra y sed de venganza. Lo previsible para los analistas del gobierno federal es que en la Ciudad de México se registren episodios de mucha violencia, sobre todo tan pronto se reincorpore de lleno a sus tareas el secretario García Harfuch: es esperable que, de nuevo al mando y en operatividad plena, él busque dar golpes contundentes contra quienes le quisieron cobrar la vida, y el cártel Jalisco Nueva Generación, el más poderoso de los últimos años, ha exhibido que tiene la penetración, los recursos y la determinación de dar la pelea. En estos mensajes, el CJNG ha exhibido que se siente agraviado y objeto de un trato desigual: mientras a sus rivales de Sinaloa les liberan al hijo, saludan a la mamá y mandan los mejores deseos desde la mañanera al capo preso en Estados Unidos, a ellos les recetan plomo y la extradición del hijo.
Vendrán tiempos aún más violentos.
Del lado de la política, el atentado también ha movido fichas. Omar García Harfuch, con tantos elogios y solidaridad recogidos, con el público apoyo del presidente López Obrador y de la doctora Sheinbaum, queda claramente posicionado para ser considerado por el primer mandatario como uno de los relevos del secretario federal de Seguridad, Alfonso Durazo, en caso de que éste renuncie en unos meses para irse de candidato de Morena al gobierno de Sonora. La red de soporte que tiene García Harfuch, y que lo ha acompañado e impulsado en sus relevantes cargos durante gobiernos de varios partidos, ya trabaja en tejer esos hilos.
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