Cuarenta millones de pesos depositados en efectivo en su cuenta de inversión. 19 millones en una transferencia de dinero a Estados Unidos. 30 millones en otra cuenta. Son solo algunos de los activos que encontró la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda tras hacer una revisión de la riqueza del exsenador panista Jorge Luis Lavalle Mauri, oriundo de Campeche, apodado “Pachita”.
Él es una pieza clave en las acusaciones de corrupción sobre el pasado que hace el actual gobierno, del presidente Andrés Manuel López Obrador. Lavalle Mauri era uno de los senadores más importantes del PAN cuando el mandatario Enrique Peña Nieto impulsó el Pacto por México y, dentro de éste, la reforma energética. El brazo derecho y operador de Lavalle, Rafael Caraveo, es uno de los que aparece en el video del caso Lozoya en el que desde Pemex se envían al Congreso maletas con dinero en efectivo para corromper legisladores y amarrar sus votos a favor de la controvertida reforma aprobada casi al arranque del sexenio pasado. Cuando apareció el video, Lavalle, que fue expulsado del PAN hace dos años, desconoció las actividades de su leal escudero Caraveo y proclamó su inocencia.
El video no fue la única acusación. Emilio Lozoya, exdirector general de Pemex, en su jugosa declaración sobre ese esquema de sobornos, señaló directamente al entonces senador Lavalle como uno de los que recibía dinero. A partir de ahí, la Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto, arrancó una indagatoria sobre la riqueza de Lavalle. Según fuentes de primer nivel, la UIF encontró lo que relaté en el primer párrafo de esta columna: depósitos millonarios en efectivo, cuentas y traspasos también millonarios. Además, está investigando la presunta copropiedad de una empresa de producción de mariguana, bajo el amparo de la despenalización.
La pregunta es qué va a seguir tras estos hallazgos. ¿Se quedará sólo en investigación de la UIF o el caso será recogido por la Fiscalía General de la República? Santiago Nieto y Alejandro Gertz Manero, los titulares de esas instituciones, no tienen una buena relación. Incluso lo han admitido públicamente. ¿Será otro caso en el que una denuncia iniciada por uno termina descarrilada por el otro?
Lo que se sabe hasta ahora es que la denuncia contra el exsenador panista Jorge Luis Lavalle Mauri fue interpuesta ante la Fiscalía Anticorrupción, que apenas turnó el asunto a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO). ¿Eso significa que acusarán de delincuencia organizada al exsenador? ¿Podrá justificar en su defensa el origen de todo el dinero? Ya veremos si las preguntas se van respondiendo en los próximos días, y quiénes más salen salpicados.