“¿Vamos a hablar como caballeros o como lo que somos?”, soltó para iniciar la reunión Jesús Zambrano , dirigente nacional del PRD. Sentados a la mesa también, el acusado de traicionar la alianza opositora, Alejandro “Alito” Moreno , dirigente nacional del PRI; y el más enojado de los tres, Marko Cortés , dirigente nacional del PAN.
“Como lo que somos”, reviró Alito, y agregó: “con franqueza, y así llegamos a acuerdos más rápido”. Me dicen que sí se hablaron con franqueza, incluso con dureza, pero no se pusieron de acuerdo.
El encuentro, celebrado el miércoles en la noche en privado, fue convocado de emergencia para tratar de evitar un rompimiento en la alianza opositora, después de que el PRI presentó una iniciativa de ley en la Cámara de Diputados para prolongar la militarización del país hasta el 2028. Nada se sabía sobre esta reunión de los tres dirigentes partidistas hasta que ayer, en el programa a mi cargo en Latinus , lo revelaron en entrevista los líderes nacionales de PAN y PRD.
Entre los dirigentes de la alianza se comunican por mensajes en aplicación de celular. Marko Cortés contó que, tras enterarse de la presentación de la iniciativa, envió de inmediato un texto a Alito Moreno exhibiéndole su extrañamiento. Esa fue la primera fricción. Moreno respaldó la iniciativa, PAN y PRD pidieron que la retirara, el PRI contestó que no, y panistas y perredistas dieron por suspendida temporalmente la coalición opositora.
Le pregunté al líder panista sobre la reunión privada del miércoles: “expresamos cada quien con mucha claridad nuestra posición, ellos (el PRI) la suya, y bueno llegará el momento de las determinaciones”, en referencia a la votación en la Cámara de Diputados que se estima será la próxima semana.
El dirigente perredista explicó que la posición de Marko Cortés fue mucho más dura que la suya, y dijo que sí pusieron sobre la mesa las sospechas de que Alito se había doblado ante la presión del poder (revelación de grabaciones, integración de carpetas de investigación, desafuero en proceso): “se lo dijimos, cada quien a su manera: todo esto que está sucediendo da lugar a un montón de suspicacias, de sospechas, de dudas sobre cuáles fueron las razones reales, Alejandro".
Pedí para esta columna la posición del PRI tras esa reunión. La respuesta fue: “no está en riesgo la coalición, lo mejor es que vayamos juntos”. La lectura de PAN-PRD es diametralmente distinta: si el PRI nos traiciona con la militarización, nos van a traicionar con lo del INE y en otras más.
Alito Moreno y sus diputados parecen estar decididos a votar a favo r la tóxica iniciativa (“es que ya nos comprometimos con los militares”, argumentó Alito, según relató Zambrano). Los senadores del PRI parecen decididos a rechazarla. El PAN parece decidido y hasta animado a romper con el PRI, si eso sucede. Y el PRD tiene ganas de que no haya fractura, pero está pesimista: “nos estamos jugando la vida democrática del país en esto, vamos a la dictadura”.
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