En las crónicas del 5º Informe del gobernador Alfredo Del Mazo se destacó que, entre las figuras presentes que más atrajeron la atención, estaba Alejandra Del Moral, secretaria de Desarrollo Social del Estado de México, operadora del programa icónico de esa administración (“salario rosa”) y considerada la favorita del mandatario para sucederlo en el cargo.
Sin embargo, desde hace algunas semanas, la precandidatura de Del Moral se está tambaleando: no sube en las encuestas como se esperaba, no aglutina las simpatías de todos los grupos del priismo mexiquense, ni es una figura que guste en el PAN (de cara a una eventual alianza opositora para enfrentar a Morena).
En las mismas butacas de ese 5º Informe, con menos atención pública, estaba sentada Ana Lilia Herrera, diputada federal tricolor y quien es hoy el Plan B del gobernador.
Ana Lilia Herrera no es hechura de Del Mazo como Del Moral, pero puede presumir un currículum político más robusto, goza del apoyo de los priistas mexiquenses que no necesariamente están con Del Mazo y tendría el visto bueno del panista más relevante del Estado y precandidato destapado, Enrique Vargas. Según distintas fuentes, Vargas habría mandado un mensaje a su histórico rival, el gobernador Del Mazo: a Alejandra no me sumo, a Ana Lilia, sí. Claro, esto sucedió antes del anunciado rompimiento de la alianza opositora a nivel federal.
Para cualquiera que recorra el Estado de México es francamente visible la pugna entre Del Moral y Herrera: una inundación de anuncios espectaculares lo exhiben. A veces incluso colocados uno frente al otro. Así que, por cada foto de la favorita del gobernador, enfrente aparece la de Herrera con la frase: “Ni me rajo ni me bajo”. El mensaje es claro. Por cierto, también hay espectaculares con la cara del panista Vargas.
Yo no sé si esta disputa, y el dinero que están invirtiendo en posicionarse de cara a la definición de la candidatura al gobierno, pueda luego ser un problema: ya hay denuncias por delitos electorales. Tienen una gran ventaja: igual de flagrante, si no es que más, es la campaña con recursos federales a favor de la morenista Delfina Gómez.
Hoy por hoy, según otras fuentes, el gobernador Del Mazo está evaluando por cuál de las dos priistas decantarse: Alejandra o Ana Lilia. Seguramente se va a tomar un tiempo porque tendrá que poner en el tablero la duda sobre qué va a pasar con la alianza PAN-PRI-PRD.
Por un lado, rompieron las dirigencias a nivel nacional. Por el otro, el gobernador Del Mazo y el dirigente nacional, Alejandro “Alito” Moreno, llevan muchos meses peleados. Por un lado, puede darse una alianza local —formal o de facto— si la prioridad es evitar que triunfe Morena.
Por el otro, Del Mazo no se ha portado realmente como un gobernador de oposición: no critica ni cuestiona al Presidente, y en su Informe de antier tuvo párrafos de elogio para López Obrador, y también para sus “corcholatas” Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López.