Linchó a las mamás que se quejaban porque canceló las guarderías. Las acusó de cómplices de la corrupción. Linchó a quienes tenían una guardería y les dijo corruptas. Ninguna investigación comprobó sus dichos.
Linchó a las mujeres que marcharon contra el feminicidio.
Linchó a los padres de familia que exigían quimioterapias para sus hijos con cáncer. Les echó hasta a Gatell encima para llamarlos “presuntos padres de familia”.
Linchó a los enfermos que alzaron la voz contra el desabasto de medicamentos. Los llamó cómplices de los voraces intereses de las farmacéuticas.
Linchó a las farmacéuticas, las acusó a todas de corruptas. Terminó arreglándose con ellas y dándoles a las mismas de siempre los contratos de compra de medicinas.
Linchó al Seguro Popular, lo desapareció y el Insabi que quedó en su lugar sigue sin caminar bien.
Linchó a las víctimas de la violencia. Lincha como fórmula a todo el que proteste contra él: lo mismo quienes están en contra de una termoeléctrica que afectará sus tierras que los que exigen agua para sus cultivos.
No sólo a quien protesta en una marcha o plantón. Lincha a quien expresa el mínimo desacuerdo.
Lincha a los empresarios como deporte cotidiano. Les dice que su dios es el dinero. Promueve la idea de que cada hombre de negocios exitoso es en realidad un delincuente impune. De las decenas de multimillonarios empresarios que hay en México, sólo uno está en la cárcel, y están a punto de firmar con él un acuerdo para que salga.
Linchó a un ministro de la Corte, le congeló las cuentas, lo acusaron de delincuente y no hubo un proceso en su contra. Renunció y ya. Lincha al Poder Judicial por sus sueldos.
Linchó a las compañías involucradas en la construcción del aeropuerto de Texcoco. Por meses les dijo corruptos. Hasta hoy, ni un solo expediente en su contra, y por el contrario, las premió con nuevos contratos en su aeropuerto de Santa Lucía.
Lincha —rutina tempranera— a la prensa crítica. Se le han contado 88 variedades de insultos para referirse a medios y periodistas. Calumnia como respira.
Linchó a los Fideicomisos. Prometió una investigación para demostrar que eran un foco de corrupción. Nada hasta ahora.
Linchó a los de la CRE hasta que se fueron. Linchó al del Coneval hasta que renunció. Linchó a los del Tribunal Electoral hasta que se doblaron. Lincha a los del INE.
Lincha desde la conferencia mañanera, lincha desde las redes, lincha con sus fanáticos y bots en redes sociales.
Pero por favor no vayan a decirle nada a su candidato en Guerrero, que tiene cuatro denuncias por violación ante la Fiscalía, porque los linchamientos son inaceptables.