“Chiapas es la Cuarta Transformación”. La frase la dijo el sábado la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, de gira por ese estado del sureste mexicano. Es una gran verdad.
Veamos ahora qué es Chiapas tras el primer sexenio de la 4T.
Pobreza. Los chiapanecos en situación de pobreza pasaron de 4.1 millones a 3.8. Es una reducción del 8%, según los últimos datos disponibles del Coneval. Es un logro indudable. Pero Chiapas sigue siendo el estado con mayor pobreza del país. Y eso que en este sexenio se han destinado más de 175 mil millones de pesos para los programas sociales en esa entidad.
Educación. El rezago educativo aumentó en más de 100 mil personas, según los mismos datos oficiales. En este rubro también Chiapas es el peor estado de todos.
Salud. Según los datos más recientes, en Chiapas se cuatriplicó el número de personas sin acceso a los servicios de salud.
Violencia. El sexenio pasado hubo 3,296 asesinatos en Chiapas. A unos días de acabar el gobierno de López Obrador van 3,507. Es decir, aumentaron 6% los asesinatos. Además, 7,500 personas tuvieron que abandonar sus hogares a consecuencia de la violencia. Hubo un desfile de narcos que obligaron a la gente a aplaudirlos. Apenas hace unos días, los obispos de Chiapas encabezaron una marcha multitudinaria exigiendo paz y seguridad. Y si de símbolos hablamos, un símbolo de Chiapas, el subcomandante Marcos, líder histórico del EZLN, definió así a López Obrador: tuvo el autoritarismo de Díaz Ordaz, el nacionalismo de cartón piedra de Echeverría, la demagogia corrupta de López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Salinas de Gortari, la vocación criminal de Zedillo, la ignorancia enciclopédica de Fox, el militarismo y la mecha corta de Calderón, y la frívola superficialidad de Peña Nieto.
Nepotismo. Ahora que está tan de moda escuchar a la dupla AMLO-Sheinbaum criticar el nepotismo en el Poder Judicial, ¿qué tal Morena en Chiapas? El gobernador, Rutilio Escandón, se casó con Rosalinda López (falleció en junio, qepd). Rosalinda López, era número dos del SAT y hermana de Adán Augusto López, quien fue gobernador de Tabasco, secretario de Gobernación, aspirante a la candidatura presidencial y hoy coordinador de la bancada en el Senado.
Corrupción. Pío y Martinazo López Obrador, hermanos del presidente, recibieron en Chiapas sus sobres amarillos con dinero en efectivo. ¿Quién se los mandaba? El gobernador en turno, Manuel Velasco, hoy una de las grandes figuras del obradorato. Además, se documentó que ya en tiempos de Rutilio Escandón se canalizaron 500 millones de pesos en contratos del gobierno a empresas vinculadas a la esposa del gobernador, quien en ese momento, por si fuera poco, era alto mando en el SAT y hermana del secretario de Gobernación. Todo sigue en santa impunidad. ¿Pero cómo dijo el presidente en la arenga del Grito? ¿“¡Muera la corrupción!”?
Así que, sin duda alguna, la presidenta electa Claudia Sheinbaum tiene toda la razón: “Chiapas es la Cuarta Transformación”.