La investigación que llevó a la aprehensión en Texas de Genaro García Luna por presuntamente recibir millones de dólares del cártel del Chapo Guzmán y ayudarlo a introducir toneladas de droga a Estados Unidos, pone a varios de sus ex colaboradores en la mira: Luis Cárdenas Palomino, José Antonio Polo, Maribel Cervantes, Ramón Pequeño, Facundo Rosas. De ellos, casi todos están en actividades privadas. La única con cargo público es Maribel Cervantes, secretaria de Seguridad en el gobierno del Estado de México.
Pero eso es revisando el organigrama hacia abajo.
Porque si lo revisamos hacia arriba, es un golpe que salpica al que era su jefe, el entonces presidente Felipe Calderón, quien está ahora en el intento de formar un partido político opositor al gobierno. García Luna no sólo era su secretario de Seguridad Pública. Era por mucho el hombre que mandaba por encima de todos en los temas del combate al narcotráfico. Dentro del gabinete de seguridad, bromeaban que García Luna era el jedi, y Calderón su joven padawan. Estaba de moda la Guerra de las Galaxias.
Los secretarios de Defensa y Marina, los varios que pasaron por Gobernación, y los varios procuradores Generales de la República en el gabinete calderonista, se quejaban de cómo García Luna tenía la última palabra en las estrategias y las acciones contra el crimen, y de cómo para él nunca había escasez de recursos. La multimillonaria creación de Plataforma México, quizá el ejemplo más acabado.
Eran tiempos de gloria para García Luna. En contraste con lo que enfrenta desde este martes, cuando fue aprehendido por las autoridades estadounidenses de las que tanto presumía su aval, respaldo y confianza, al grado que al terminar su tarea de funcionario se avecindó por allá.
Está acusado de recibir millones de dólares del cártel de Sinaloa. El señalamiento surgió como parte del juicio al Chapo, en voz del “Rey” Zambada frente a la corte de Brooklyn, Nueva York.
Me pregunto si como parte de esta andanada de acusaciones surgirá una añeja historia, contada por al menos un par de sus compañeros de gabinete: el día en que, de tránsito por Xochimilco de la Ciudad de México, García Luna habría sido secuestrado por los Beltrán Leyva, con quienes habría llegado a un acuerdo a cambio de su liberación.
SACIAMORBOS
Fue un día de grandes noticias para el presidente López Obrador. No sólo encarcelaron al gran consejero y colaborador de su antagonista político Felipe Calderón, sino que se selló en Palacio Nacional la ratificación del T-MEC. Es sin duda, sin escatimar, una gran noticia para la economía mexicana. En esta columna muchas veces hemos señalado los enormes defectos del manejo económico, la generación de desconfianza a los inversionistas por parte gobierno del presidente AMLO. La apuesta decidida del presidente por el T-MEC, desde que era candidato y cuando era políticamente más caro avalar una negociación encabezada por el gabinete de Peña Nieto, es un factor que ayuda, que suma, que se cuenta entre lo positivo.