Hoy, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se reunirá virtualmente con el presidente Andrés Manuel López Obrador, para discutir ‘metas comunes de prosperidad, buen gobierno y abordar las causas profundas de la migración’.

Las comunidades de fe, los pequeños productores agrícolas, organizaciones indígenas y afrodescendientes, movimientos sociales y organismos de la sociedad civil de EEUU, México, Guatemala, El Salvador y Honduras nos unimos porque es hora de que nuestras autoridades adopten un nuevo enfoque de cara a los desafíos de nuestra región.

La dinámica del poder debe cambiar. Las voces de los pobres deben ser escuchadas de una vez por todas.

En este espíritu, hacemos un llamado a los gobiernos de Estados Unidos y de México para que comprendan la profunda tragedia humana, la desesperación y la desesperanza que impregna nuestras sociedades, y escuchen las voces de los centroamericanos que claman por justicia, oportunidades y respeto.

Esta no es una crisis fronteriza, sino una crisis humana que llega al núcleo de quiénes somos como pueblos.

La pandemia Covid-19 y los huracanes Eta e Iota devastaron los territorios y empobrecieron aún más a cientos de miles de personas. Sin embargo, si bien los fenómenos naturales son inevitables, los desastres posteriores son el resultado de deficiencias en el modelo de gestión del riesgo y las emergencias. Hace falta un sistema eficiente de vacunación y de prevención.

Lamentablemente, el negocio más rentable en Guatemala, El Salvador y Honduras es exportar a los pobres, para que envíen remesas a casa, en lugar de generar valor económico, social y ambiental en sus comunidades de origen. Es imperativo regular la movilidad laboral para promover los intereses de empleadores y trabajadores sin criminalizar a éstos.

Es hora de emprender un nuevo estilo de desarrollo, como propone https://bit.ly/2RAzCBu la CEPAL. Una estrategia no diseñada para Centroamérica, sino decidida con los centroamericanos.

Hay socios confiables en Centroamérica y México. En Guatemala, El Salvador y Honduras pensamos en Fe y Alegría, la red de escuelas de educación popular que ha transformado comunidades en toda Centroamérica durante casi medio siglo. Brinda educación de calidad a 78.244 personas, incluidos estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato, así como padres de familia y capacitación técnicas para jóvenes en aldeas rurales y vecindarios pobres.

Fe y Alegría construye seguridad humana, prevención de la violencia, equidad de género, educación ambiental y buena gobernanza. Su programa "La luz de las niñas" crea espacios libres de violencia para niñas y mujeres.

Una buena política exterior empieza con los vecinos. Esta es nuestra casa común, como ha dicho el Papa Francisco.

Esperamos que la conversación Harris-López Obrador y las próximas visitas de la vicepresidenta a la región conduzcan a un nuevo comienzo en la cooperación regional. Esta es una buena política, es positiva para la economía, y es esencial para la seguridad y la dignidad humanas.

Carlos Heredia es profesor del CIDE. 
Eric Olson es director de políticas e iniciativas estratégicas de la Fundación Internacional de Seattle. 
Úrsula Roldán es directora del IDGT, un instituto de investigación de la Universidad Rafael Landívar en la Ciudad de Guatemala. 
Otra versión de este texto se publicó en univision.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS