Luego de varias reformas locales, principalmente a nivel municipal, en las que las mujeres buscaron alcanzar una igualdad de derechos respecto a los hombres y con ello, que se les reconociera el derecho a votar, apenas hace 71 años, un 17 de octubre de 1953 en México se publica en el Diario Oficial de la Federación el Decreto que estableció el derecho de las mujeres a votar y ser votadas en puestos de elección popular.
Desde entonces las mujeres han asistido a las urnas de manera gradual y, desde hace varios años, su participación es ya una realidad que supera la de los hombres, lo que muestra el alto nivel cívico de las mujeres por manifestarse en uno de los ejercicios más importantes de cualquier sistema electoral: la renovación del poder público.
Al respecto, se encuentran datos muy interesantes en diversos documentos integrados por el Instituto Nacional Electoral (INE) que han servido de base para la planeación de su organización electoral.
Para demostrar la participación de las mujeres en las elecciones, tomaré tres estudios muestrales de participación ciudadana de las elecciones de 2018, 2021 y, por supuesto, la correspondiente a este 2024.
En la elección de 2018 en la que, entre otros cargos se renovó la presidencia de la República y en donde hubo una participación media nacional del 63.4%, y en donde la lista nominal fue de 89.3 millones de personas electoras y el 51.9% correspondió a mujeres por un 48.1% de hombres, las mujeres tuvieron una participación en las urnas que se instalaron a lo largo y ancho del país del 66.2% por un 58.1% de los hombres, es decir, las mujeres votaron un 8.1% más que los hombres.
Para la elección intermedia de 2021 en las que a nivel federal se renovó la Cámara de Diputadas y Diputados, con un listado nominal de 93.5 millones de personas que tuvieron la posibilidad de votar, se registró una participación del 51.8%.
A pesar de que la diferencia entre hombres (48.2%) y mujeres (51.8%) fue de solo 3.6%, las mujeres participaron en un 55.7% respecto a un 47.7% de los hombres, es decir, un 8% más que los hombres.
Para la elección de este año, de acuerdo con el Estudio Muestral de Participación Ciudadana, Proceso Electoral Concurrente 2023-2024, presentado en la Comisión de Organización Electoral del INE el pasado 9 de diciembre, el listado nominal alcanzó un registro de 98.3 millones de personas electoras de donde el 52% correspondió a mujeres por un 48% de los hombres.
De aquí resulta que de una participación media nacional del 59.8%, las mujeres alcanzaron un registro de asistencia en las casillas del 64.3% por un 54.8% de los hombres, es decir, un 9.5% lo que representa, al menos en los últimos tres procesos electorales federales su mayor participación en elecciones.
En este estudio se analiza la participación ciudadana entre hombres y mujeres por entidad federativa, destacando que entidades como Guanajuato, Tlaxcala y Querétaro fueron las que registraron una mayor participación de las mujeres con un 12.6%, 11.4% y 11.4%, respectivamente en comparación con los hombres. En tanto, en el estado de Chiapas la participación entre ambos sexos no mostró tanta diferencia, solo un 5.8% en favor de las mujeres.
Todos estos datos muestran que las mujeres incursionan de manera activa en elecciones, se manifiestan y son visibilizadas. No obstante, su incorporación en el ámbito de la participación política aún está lejos de garantizar una igualdad sustantiva.
Esperamos que, con estos registros, las leyes que el Legislativo ha aprobado en materia de igualdad sustantiva logren por fin, garantizar que hombres y mujeres participen, compitan y se desarrollen plenamente en igualdad de condiciones y libres de violencia de género.