El primer debate presidencial entre las candidatas y el candidato registrado se llevará acabo este domingo 7 de abril; el camino ha sido largo, de mucho trabajo y con la constante participación de las representaciones de los partidos políticos.
Para arribar a este debate presidencial algunos acuerdos tomados por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), su máximo órgano de dirección, han sido fundamentales, a propuesta de la Comisión Temporal de Debates la que mis colegas me honraron con presidir.
De entrada, el 16 de noviembre pasado, se aprobaron las Reglas Básicas para los debates con el objetivo de establecer las directrices generales que se determinaron tanto para el diseño de los formatos, la moderación, así como para la ejecución de los tres debates programados para este 2024.
El 7 de diciembre del año pasado se aprobaron tres formatos específicos para cada uno de los debates presidenciales en donde, entre otros apartados, se determinaron las directrices para las personas moderadoras.
El 18 de enero de este 2024, se aprobó el formato y la sede de cada uno de los debates entre las candidaturas a la Presidencia de la República, acordándose para el primer debate el Formato A, consistente en la participación ciudadana regionalizada a través de preguntas provenientes de redes sociales con la temática “La sociedad que queremos”, con los temas relativos a educación y salud, transparencia y combate a la corrupción, no discriminación, grupos vulnerables y violencia contra las mujeres. Asimismo, se determinó por primera vez en la historia como sede del debate, la Sala de Consejo General del INE.
El 8 de febrero se aprobó la metodología y la convocatoria para recibir y seleccionar preguntas de redes sociales y plataformas digitales por parte de la ciudadanía para el Formato A provenientes de tres regiones del país: norte, centro y sur y se designó por el Consejo General del INE a Signa Lab (Laboratorio de Innovación Tecnológica y de Estudios Interdisciplinarios Aplicados) adscrito al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), como la instancia encargada de la selección y procesamiento de las preguntas de redes sociales -con base en la metodología aprobada por el INE- para el Formato A de este primer debate.
Ahora bien, el 8 de marzo pasado, el Consejo General del INE aprobó la designación de Denise Maerker Salmón y Manuel López San Martín para moderar el primer debate presidencial.
Finalmente, el pasado 22 de marzo, el INE llevó a cabo el acto protocolario en el que entregó a Signa Lab las 24 mil preguntas ciudadanas recabadas en redes sociales y plataformas digitales en el plazo del 20 de febrero al 21 de marzo.
De acuerdo con la metodología, Signa Lab contaba con 10 días para procesar las preguntas y conformar una base de datos de la que se obtuvo una muestra estratificada, para realizar clasificación de las preguntas por región, y seleccionar 108 preguntas que entregó al INE el lunes 1 de abril, de las que la y el moderador, bajo libre elección, escogerán para el debate presidencial.
Es de resaltar que el INE, Canal Once y el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano colaborarán para que los tres debates presidenciales cuenten con una señal especial donde la interpretación de Lengua de Señas Mexicana será un elemento importante para que toda la población pueda conocer lo que se esgrime en dichos debates. Por primera vez, cada candidatura y la moderación tendrá su propia persona intérprete.
En un ejemplo de inclusión, por primera ocasión los tres debates serán transmitidos con interpretación simultánea en tres lenguas originarias: maya, náhuatl y tzotzil, en colaboración con el Instituto Nacional de Lenguas Indígena.
Con este primer ejercicio, se busca que las y los ciudadanos tengan garantizado su derecho a la información y cuenten con elementos para emitir un voto informado y asistan a las urnas a votar por el partido político, coalición, candidata o candidato de su preferencia con lo que fortaleceremos nuestra democracia.