El dominio tradicional de los partidos de centroizquierda y centroderecha ha dejado de ser la regla en el panorama político europeo.
Este domingo, en las segundas elecciones legislativas en Grecia en poco más de un mes, la derecha salió fortalecida. El primer ministro Kyriakos Mitsotakis se mantendrá en el cargo para un segundo mandato. Su partido, Nueva Democracia, incluso logró obtener la mayoría absoluta en el parlamento con 157 diputados de 300, lo que le permitirá gobernar sin necesidad de formar alianzas, tal como él deseaba al llamar a estas elecciones.
A pesar de los eventos recientes, como la tragedia del naufragio de un barco en el Peloponeso con alrededor de 700 migrantes a bordo de los que solo sobrevivieron 104 y un accidente de tren en marzo que cobró la vida de 57 personas, la popularidad de Mitsotakis no se vio afectada. El líder griego ha encontrado apoyo entre sus connacionales a su gestión económica y a su dura política migratoria, que incluye la expansión del “muro antimigrantes” en la frontera con Turquía. Mientras que el partido de izquierda, Syriza, que encabeza Alexis Tsipras, ha sufrido una dura caída en las preferencias electorales.
Pero no solo la derecha salió fortalecida en Grecia: por primera vez desde el regreso de la democracia a dicho país, hace casi 50 años, tres partidos nacionalistas y antiinmigración lograron de manera conjunta obtener 13% de los votos y ocuparán escaños en el nuevo Parlamento monocameral. Entre ellos se encuentran los Espartanos, partido que obtuvo 12 escaños a pesar de estar respaldado por un exmiembro de alto rango del partido neonazi Amanecer Dorado, que actualmente cumple una condena de 13 años y medio en prisión.
Los resultados electorales griegos reflejan una tendencia más amplia en Europa, donde se ha observado un aumento significativo de fuerzas políticas de derecha y ultraderecha en varios países. En un momento en el cual la confianza en los partidos tradicionales está muy deteriorada, estos partidos han logrado movilizar a una base de votantes descontentos, con promesas de fortalecer las fronteras, preservar la identidad nacional y poner fin a la supuesta interferencia de Bruselas.
De los 27 países miembros de la Unión Europea, actualmente 21 están dirigidos por la derecha. Tan solo en los últimos meses, la derecha ha ganado elecciones en Finlandia, Suecia e Italia. Mientras que, en España, las recientes elecciones municipales y regionales le dieron importantes victorias al Partido Popular, de derecha, y a la ultraderecha del partido Vox comandado por Santiago Abascal. Y en Alemania, las encuestas dan al partido de extrema derecha, Alternativa para Alemania (AfD), entre 18% y 20% de las preferencias electorales a nivel nacional.
Si bien en las elecciones suele haber un péndulo que oscila entre izquierda y derecha en la geografía política, no hay duda de que el centro de gravedad político europeo se está desplazando cada vez más a la derecha.