La transparencia, la responsabilidad y la participación como principios del gobierno abierto pueden contribuir significativamente a mejores respuestas ante la contingencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2. Así lo subrayó la Alianza para el Gobierno Abierto, una iniciativa multilateral integrada por más de 78 países y gobiernos locales comprometidos con la disponibilidad de la información, la integridad en el servicio público y la rendición de cuentas.
Ante la coyuntura que globalmente sobrellevamos, esta Alianza ha posibilitado un espacio abierto para la exposición y conocimiento de 597 buenas prácticas implementadas a nivel mundial en materia de gobierno abierto. Cabe subrayar que, entre estas iniciativas se destacan 29 proyectos que promueven información oportuna a través de datos abiertos para la gestión de la contingencia sanitaria. Por ejemplo, los micrositios mexicanos desarrollados por el Gobierno de México, la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de Transparencia, y la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información del Estado de Nuevo León: este último un portal electrónico desarrollado para transparentar los procesos de contratación realizados en Nuevo León para la atención de la crisis sanitaria.
Estas iniciativas interinstitucionales impulsadas desde México se conforman como plataformas de colaboración que no solo aseguran la accesibilidad de la información, sino también se constituyen como repositorios de insumos de calidad que pueden ser útiles para las autoridades de la región, a fin de materializar juntos una gestión de la crisis sanitaria más integral.
Recordemos que, el 15 de febrero de 2015 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto por el que se establece la regulación en materia de Datos Abiertos , en donde se establecía su naturaleza pública, accesible, reutilizable, gratuita y oportuna, así como sus características mínimas que posibilitan a cualquier persona sin restricciones, el uso y redistribución de esta información a fin de impulsar la transparencia y la rendición de cuentas, así como la evaluación de las decisiones y los servicios públicos.
A seis años, si bien es cierto que en nuestro país se han desplegado esfuerzos para aprovechar el potencial de la apertura de datos, --tales como la adopción de la Carta Internacional de Datos Abiertos, la Estrategia Nacional Digital, la Guía de Implementación de Políticas de Datos Abiertos, o el repositorio Nacional de Datos Generados en el Gobierno de la República-- es necesario establecer disposiciones para que las más de 8 mil instituciones públicas impulsen la generación, el aprovechamiento y la optimización de las bases de datos abiertos, con una orientación hacia la colaboración y resolución de problemas.
Los datos abiertos son activos que incentivan la participación e incidencia de la sociedad en los procesos deliberativos, de evaluación y retroalimentación de las políticas públicas. Contar con un ecosistema de datos abiertos, accesibles y de calidad ha enriquecido la investigación, la innovación y la co-creación de estrategias más integrales basadas en evidencia y estadísticas, lo cual ha sido indispensable para la formulación de medidas para contener la pandemia.
Los invitamos a conocer el micrositio del INAI, Covid-19 Transparencia Proactiva , en donde podrán acceder a información relevante sobre las solicitudes de acceso a la información relacionada con la pandemia.
