El presidente trae por todo el país a un ejército de lambiscones promoviendo la consulta de revocación de mandato. La orden es clara: hagan lo que tenga que hacer y digan lo que tenga que decir —sin importar que violen la ley—, para impedir su fracaso.

La posibilidad de que la consulta resulte un fiasco explica los excesos del secretario de Gobernación, Adán Augusto López. El funcionario se subió a un templete para hablar como un vulgar transgresor de la ley. Sólo le faltó mandar a las huestes de Morena a poner cartuchos de dinamita al INE para acabar de una vez por todas con el órgano electoral que tanto incomoda al presidente.

El otro que se “voló la barda” fue el senador Félix Salgado Macedonio. El excandidato al gobierno de Guerrero nos dijo con todas sus letras lo que hay detrás de la consulta de revocación: “Que no nos dé ideas —dijo después de pedir una mentada de madre al INE— porque dejamos a Andrés Manuel para el 24”.

Lo que confirma Salgado es que en la mente de su jefe y compadre sigue encendida la tentación de reelegirse. Se acorta el sexenio y no ve cómo dar continuidad a su proyecto político autoritario. Por eso, utiliza un ejercicio de participación cívica para alimentar la idea de que él debería ser elegido para un segundo mandato.

Hay razones de fondo para entender la desesperación del presidente: todavía no tiene sucesor o sucesora. Su “corcholata” favorita, Claudia Sheinbaum, no prende. Tiene en la jefa de gobierno a una mujer anticlimática, con sangre avinagrada, incapaz de llevar a las masas a la plenitud orgásmica.

Por eso manda a su secretario de Gobernación a representar el triste papel de un delirante que repite los dichos del presidente: “Se equivocan los adversarios y se equivocan los del INE.” “Esos ya se van y los vamos a ver pasar ahí por el frente con la cola entre las patas.”

Adán Augusto se equivoca. Con esa frase “manda al diablo a las instituciones”, se declara enemigo de la democracia, declara la guerra al orden constitucional y se traiciona a sí mismo como abogado. Hoy deben sentirse muy decepcionados quienes lo consideraban un hombre decente, tolerante y abierto al diálogo.

Pero dijo algo más: con la reforma electoral propuesta por el presidente “…México va a ser el primer país del mundo donde el pueblo elija democráticamente a quienes van a conducir democráticamente las elecciones”.

¡A ver!, ¡a ver! señor secretario, usted le está diciendo a los mexicanos una serie de cosas por las cuales debería comparecer ante el Congreso. Por ejemplo, que los actuales consejeros del INE actuaron fraudulentamente al declarar como ganador en el 2018 a López Obrador.

Pero también nos está confesando algo. Gracias por hacerlo: que ustedes quieren consejeros electorales a modo para imponer a un ganador en el 24.

Se trata de mantener el poder a toda costa. La presencia de militares en los mítines para promover #QueSigaElPresidente y descalificar al INE confirma que preparan un asalto a las urnas en los comicios presidenciales. El 10 de abril es un experimento.

Directora de la revista Siempre!, exdiputada

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