A diario escuchamos el concepto de innovación pero ¿sabemos lo que significa? Entre mucha de sus acepciones podemos destacar la que indica la capacidad de generar un cambio que trae consigo mejoras en términos de valor. El cambio puede referirse a un nuevo producto, procedimiento, forma de trabajo o de liderar. La clave se encuentra en la velocidad a la cual somos capaces de implementar los cambios necesarios.
La innovación no es lo mismo que la invención, el segundo concepto refiere a la creación de una idea mientras que la primera es también una idea pero que aporta un valor y es por esto que se ha convertido en un concepto clave para las organizaciones porque se encuentran en un proceso continuo de adaptabilidad, sin embargo, son pocas las que logran innovar de manera sostenible.
Las empresas no pueden darse el lujo de no innovar ya que al igual que la selección natural determina quienes sobreviven a los nuevos ecosistemas la adaptación a los cambios en el sector de las empresas e instituciones indica quienes configurarán y cómo las tendencias gerenciales. Son cuatro los pilares a los que debe aspirar una compañía que se transforma:
Orientación al cliente
: se debe realizar un profundo cambio en la organización que permita enfocar todos los esfuerzos de la compañía hacia aportar valor al cliente. El cliente actual pide experiencias, personalización, servicios convenientes, estas expectativas exigen cambiar la forma en la que se trabaja en las compañías, fomentando la colaboración, el uso de datos, o metodologías como Design Thinking .
Agilidad
: la velocidad es la nueva moneda en los negocios, por lo que tener la capacidad de responder de forma rápida al mercado, incorporar innovaciones tecnológicas o dar un servicio sin fricciones al cliente con tecnología simple e intuitiva es fundamental. Los ciclos de desarrollo de soluciones y el ritmo de cambio se ha acelerado considerablemente, por lo que las empresas deben reflexionar sobre cómo aligerar sus estructuras, digitalizar y automatizar sus procesos y fomentar una forma de trabajo enfocada en aportar valor constante al cliente con metodologías como Lean Startup o Agile.
Conexión con el entorno
: tradicionalmente, las compañías han sido muy herméticas. Este modelo, ya no está vigente; cada vez más vemos cómo los negocios que triunfan son aquellos basados en plataformas y ecosistemas, donde la colaboración y las alianzas son el centro de los nuevos modelos de negocios. En este sentido, las compañías deben activar mecanismos de Innovación Abierta que les permitan encontrar ideas y capacidades en el exterior.
Cultura
: nada de lo mencionado anteriormente será posible sin una cultura corporativa que acompañe el cambio. La cultura de la organización es en muchas ocasiones una barrera en sí misma que frena la innovación y la transformación: poca colaboración, trabajo en silos, penalización del error… trabajar en planes de transformación cultural es un elemento fundamental para que el cambio se genere en la organización, motivando el cambio de hábitos y comportamientos. El reto cultural ha sido destacado en numerosos estudios como la principal barrera para los procesos de Transformación Digital, dado que implica gestionar el cambio en los hábitos del día a día de las personas.
La transformación de cada empresa se da de manera distinta y no ocurre de un día a otro, se trata más bien de un proceso paulatino y constante que abarca todas las estructuras que conforman una organización. Para lograrlo es crucial entender el contexto en el que se encuentra y con base en él analizar y proyectar el rumbo de las nuevas acciones. La innovación es un viaje de adaptación en el ciclo de vida natural de los organismos.