Por: Martín Galván Muñoz
A propósito del desánimo generado en México, por la forma espectacular -por espectáculo- de "discutir, razonar y aprobar" las reformas constitucionales; recordé lo dicho por el presidente americano, republicano, por cierto, Theodore Roosevelt: "El coraje no es tener la fortaleza de seguir adelante, es seguir adelante cuando no tienes la fuerza".
También recordé a mi admirada amiga maestra boloñesa, Nadia Urbinati, quien recalca que la fuerza política de los populistas se basa en la “modalidad de campaña permanente para reafirmar que se identifican como pueblo, haciéndoles creer que libran una batalla contra el sistema atrincherado", pues " buscan fortalecer su toma de decisiones a través de la modificación de la Constitución, las instituciones o las reglas.
La transformación del marco jurídico permite al populista moldear la democracia y el régimen a su imagen y semejanza. De esta forma, elimina barreras jurídicas y adopta el simbolismo para fortalecer la identidad popular.
Estas iniciativas de Reforma en nuestra Constitución actualizan la frase: “La ley y el orden existen por el propósito de establecer la justicia y cuando fracasan en este propósito se convierten en los diques que bloquean el flujo del progreso social”, pues: “Nunca olvides que todo lo que hizo Hitler en Alemania era legal”.
Al respecto de dicha eliminación de barreras jurídicas que sufren los populistas, aquí vale la pena revisar el uso de la lengua castellana, como una herramienta para razonar y argumentar, y me refiero a la aprobación de las reformas por parte de los Congresos Estatales.
Mediante la prueba de la presunción legal y humana; sobre la viabilidad de la planeación, estructuración, logística y operación para la elección de juzgadores en los diferentes ámbitos municipales, estatales y federales sobre las consecuencias. A los diputados que aprobaron la reforma en dichos Congresos:
No se les dijo. No, se les dijo. ¿No se les dijo? No, ¿se les dijo? No sé, ¿les dijo? No, ¡se les explicó! No sé, ¡les explico! Y así comenzaremos con el presupuesto del próximo año 2025, para la implementación del nuevo Código Procesal Civil y Familiar en el total de las entidades del país.
Es en este tiempo en que nuestra labor interna, como abogados, en las entidades en donde promovemos la conciencia jurídica, que recordé lo leído en un texto de M. Luther K, que “para tener enemigos no hace falta declarar una guerra; sólo basta decir lo que se piensa”, pues: “Llega el momento en que el silencio es traición” dijo.
Pues conforme a la regla rebus sic stantibus principio jurídico que significa "mientras continúen así las cosas" veremos que no sólo los juzgadores sino los operadores de los tribunales cuenten con el apoyo de un presupuesto digno y suficiente para su operación.
Presidente del Capítulo Morelos de la BMA.